La Administración de Control de Drogas (DEA) está siendo implicada por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos por su papel en la crisis de los opiáceos, ya que supuestamente autorizó aumentos en la producción de analgésicos incluso durante la crisis.
Según The New York Times y un nuevo informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, la DEA fue «lenta en responder» a la crisis. Más de 300,000 estadounidenses han muerto de opiáceos desde el año 2000, sin embargo, esto no ralentizó la producción ni hizo ningún cambio en las leyes.
«Encontramos que la tasa de muertes por sobredosis de opiáceos en Estados Unidos aumentó, en promedio, en un 8 por ciento al año de 1999 a 2013 y en un 71 por ciento al año de 2013 a 2017», señala la revisión. «Sin embargo, entre 2003 y 2013, la DEA autorizó a los fabricantes a producir cantidades sustancialmente mayores de opioides. Por ejemplo, la cuota de producción agregada (APQ) de oxicodona en los Estados Unidos, que la DEA establece anualmente, aumentó más del 400% entre 2002 y 2013».
El informe también señalaba más lugares en los que la DEA podría haber tenido la culpa, incluida la falta de supervisión para mantener la crisis bajo control. «Identificamos otras áreas en las que los esfuerzos de la DEA en materia de reglamentación y aplicación de la ley podrían haber sido más eficaces en la lucha contra la desviación de opioides», continúa el informe. «Primero, el proceso de preinscripción de la DEA no investigó adecuadamente a todos los nuevos solicitantes antes de que se concediera la inscripción en la DEA. Segundo, encontramos que la DEA tiene regulaciones que no evalúan la idoneidad de los posibles nuevos registrantes, lo que puede impedir que la DEA identifique a los registrantes cuyas solicitudes merecen un mayor escrutinio».
Hasta ahora, en el litigio contra los autores de la crisis de los opiáceos, Johnson & Johnson ha sido condenado a pagar más de 500 millones de dólares. Con estas empresas enfrentadas, hay esperanza en el horizonte. Los estudios demuestran que la legalización de la marihuana ayuda a reducir las tasas de hospitalización por opiáceos.