La ciudad de San Diego, California, está reformando su industria del cannabis, comenzando con la supresión de las vallas publicitarias que anuncian cannabis.
El concejal de la ciudad Chris Cate propuso inicialmente el año pasado una legislación que mantendría las vallas publicitarias que anuncian el cannabis lejos de las escuelas, centros de recreación y otros lugares donde los jóvenes y los niños se encuentran con frecuencia. El personal del alcalde Kevin Faulconer dijo que la propuesta sería aprobada como parte de las actualizaciones del código municipal esta primavera, pero se retrasó hasta finales de este año. Se espera que el 24 de octubre la comisión de planeación escuche la acción contra los carteles y que sea aprobada por todo el concejo municipal a finales de año.
Más de la mitad de los 14 dispensarios legales de cannabis de las ciudades dependen sistemáticamente de las vallas publicitarias, que cuestan entre 1,000 y 6,000 dólares al mes, para atraer clientes.
Además de la reforma de las vallas publicitaria, San Diego también tiene planes para cambiar la palabra «marihuana» por «cannabis» en todos los códigos y documentos de la ciudad. El objetivo de cambiar el idioma es hacer coincidir el idioma utilizado en la iniciativa de la boleta electoral de 2016 y el idioma utilizado por el estado con los reglamentos de la ciudad. Los funcionarios también planean suavizar aún más las normas que prohíben que los negocios de cannabis abran a menos de 100 pies de distancia de las viviendas y 1.000 pies de iglesias, parques, escuelas e instalaciones orientadas a los jóvenes, cambiando la forma en que se mide la distancia.
Los funcionarios de San Diego han logrado cerrar casi todos los dispensarios ilegales de la ciudad, aunque se calcula que unos 100 servicios de entrega ilegales han aparecido como un nuevo mercado negro de cannabis ilegal. Los Ángeles también está planeando tomar medidas enérgicas contra los negocios de cannabis sin licencia.
