¿Y si con su legalización los adolescentes consumieran menos marihuana?

El avance de la legalización de la marihuana en EEUU no ha fomentado su consumo entre los jóvenes y podría incluso ser un incentivo para que fumen menos hierba, de acuerdo con una reciente investigación. ¿A qué se debe? Aventuramos algunas hipótesis con la ayuda de expertos.

Un estudio sugiere que la legalización de la marihuana recreativa en algunos estados puede haber contribuido a reducir las probabilidades de que los adolescentes consuman marihuana. Los investigadores compararon el consumo de marihuana entre 1.4 millones de jóvenes estudiantes de secundaria en los estados con y sin la leyes restrictivas entre 1993 y 2017.

El resultado de este estudio, publicado en JAMA Pediatrics, no encontró nexos con la marihuana medicinal, pero sí con la recreativa: la probabilidad de que los jóvenes consumieran cannabis en estados donde el consumo recreativo es legal disminuyó casi 10%.

Hasta la fecha, 33 estados más Washington DC han legalizado la marihuana medicinal y 10 estados legalizaron el cannabis para propósitos recreativos.

¿Por qué?

Una explicación podría estar en la reducción del suministro, según Mark Anderson, principal autor del estudio y profesor de Economía de la Agricultura en la Montana State University. “Podría ser más difícil para los adolescentes obtener marihuana cuando los traficantes de la calle se reemplazan por dispensarios con licencia que requieren una prueba legal de la edad”, dijo Anderson. “Vender a menores es mucho más arriesgado después de la aprobación de estas leyes”.

Otra posible explicación, según Anderson, es que la legalización de la marihuana contribuya a fomentar el debate entre padres e hijos sobre los riesgos del abuso de drogas.

Indra Cidambi, médica especialista en adicciones y directora del Center for Network Therapy, señala a Univision Noticias que, aunque parece contraintuitivo que el consumo de marihuana haya decrecido tras su legalización, tiene sentido desde un punto de vista psicológico. “Usar una sustancia ilícita te otorga la etiqueta de rebelde. Pero cuando la sustancia se legaliza, cae esa la etiqueta. El aura de anti autoridad no puede mantenerse con una droga que ahora también usan tus padres”.

Nikola Djordjevic, médico de familia, opina de forma similar y cree que la legalización de la marihuana contribuirá a la disminución de su consumo, al dejar de ser considerada una actividad rebelde. Djordjevic recuerda que en Holanda, donde es legal desde hace mucho tiempo, la marihuana no es popular entre los adolescentes. “Como el cannabis ha sido legal durante tanto tiempo, los adolescentes lo asocian con sus padres y abuelos. Como los chicos crecen sabiendo que la marihuana no es tabú ni cool, no hay muchas razones para consumirla desde un punto de vista psicológico”, opina este experto. “La forma de desincentivar su consumo recreacional es a través de concienciación y educación”, apunta.

“Esta investigación confirma lo que ya hemos visto en el estado de California”, dice por su parte Mike Robinson, fundador del Global Cannabinoid Research Center. A raíz de su legalización para uso recreativo se implantaron regulaciones más estrictas para su cultivo, y esto hizo que su disponibilidad decreciera, según Robinson. “Añade a esto el mayor coste de los productos y el menor interés en algo que es legal. Cuando ves este tipo de reducción en el consumo en un estado en el que es legal, es muy indicativo de cómo los adolescentes se inclinarán hacia lo que se suponen que no deben tener”.

La investigación publicada esta semana tiene algunas limitaciones. Solo puede probar una asociación entre los factores, y no causa-efecto, por lo que se necesitan más estudios para determinar por qué existe esta asociación. Por esta razón, la doctora Deni Carise, psicóloga clínica y directora científica de Recovery Centers of America, aconseja prudencia a la hora de sacar conclusiones.

«No creo que el decrecimiento en el uso se deba a que a los adolescentes les cueste más acceder a la marihuana porque el mercado negro es abundante, y los jóvenes podrían tener incluso más acceso ahora si sus padres lo usan legalmente», señala Carise. «¿Podría ser que ahora que la marihuana ya no es una fruta prohibida los adolescentes hayan dejado de verlo como el acto de trasgresión que era? Posiblemente. Pero es muy pronto para conocer el efecto de las leyes. Lo que es un hecho es el daño que la marihuana hace a los adolescentes«.

Los efectos en el cerebro adolescente

La marihuana puede producir cambios a largo plazo en las funciones del cerebro de los jóvenes. «A corto plazo, puede impactar la memoria y la atención. El uso frecuente a partir de la adolescencia temprana puede reducir la inteligencia», recuerda Carise. Como la mayoría de los expertos, Carise recomienda el diálogo con los jóvenes sobre los efectos de las drogas en su cerebro y en su salud para desincentivar su uso.

A nivel nacional, la prevalencia del consumo de marihuana en EEUU se incrementó desde un 0.6% en 1991 hasta un 6.3% en 2017, de acuerdo con un estudio publicado esta semana en el American Journal of Public Health.

Con información de Univisión