Personas Que Consumen Microdosis De Psicodélicos Tienen Una Mejor Salud Mental

Un estudio internacional encontrón que el 79% de los individuos que toman microdosis de psicodélicos han informado tener mejoras en su salud mental.

El estudio publicado en Psychopharmacology sugiere que las personas pueden recurrir a microdosis de psicodélicos en un intento de mejorar su salud mental. Según la mayoría de los autoinformes, estos intentos pueden ser efectivos.

El interés en las drogas psicodélicas como una opción potencial de tratamiento para los trastornos de la salud mental ha ido aumentando constantemente. Una de las razones del aumento del interés podría ser la falta de tratamientos eficaces para ciertos trastornos psiquiátricos, como la depresión y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).

Los autores del estudio, Toby Lea y su equipo, se sintieron motivados para examinar una laguna particular en la investigación centrándose en algo llamado «microdosis». La práctica de la microdosis se refiere al consumo de dosis muy pequeñas y rutinarias de una droga psicodélica, como el LSD o la psilocibina, por razones distintas a la consecución de efectos secundarios alucinógenos.

«Hasta la fecha, la mayoría de los estudios cuantitativos sobre microdosis han excluido a personas con antecedentes de enfermedad mental, no han informado sobre las motivaciones de la microdosis, y ningún estudio ha examinado los correlatos sociodemográficos y de otro tipo de la microdosis como terapias de salud mental y de uso de sustancias, ni los correlatos sociodemográficos y de otro tipo de mejoras percibidas en la salud mental que las personas atribuyen a la microdosis», dicen Lea y sus colegas.

En una encuesta internacional en línea se interrogó a 1,102 personas que actualmente tomaban microdosis o que las habían probado en el pasado. La edad media de los encuestados era de 33 años, y el 57% había sido diagnosticado en algún momento con un trastorno de salud mental.

Cuando se les preguntó sobre sus motivaciones para tomar microdosis, el 39% indicó que su principal motivación era mejorar su salud mental. De estos, el 21% tomó microdosis para mejorar su depresión, el 7% para su ansiedad, el 9% para otros desórdenes mentales incluyendo el PTSD, y el 2% para el uso de drogas o alcohol.

Es importante destacar que el 85% de los que practicaban la microdosis para mejorar su salud mental habían recibido previamente una terapia de medicación o de asesoramiento. Además, entre aquellos que habían recibido prescripciones de medicación, «la mitad (50,6%) informó haber dejado los antidepresivos y el 39,7% informó haber dejado otros medicamentos psiquiátricos». Esto sugiere que los encuestados pueden haber estado tomando microdosis como una forma de reemplazar las formas tradicionales de terapia.

«Los encuestados que habían estado tomando microdosis durante más tiempo también tenían más probabilidades de sentirse motivados a tomar microdosis para la salud mental. Esto puede sugerir que la microdosis está funcionando para estas personas, y que continúan tomando microdosis como una terapia continua para reemplazar o complementar los medicamentos psiquiátricos, algunos con el conocimiento de su médico y/o psicoterapeuta», señalan Lea y sus colaboradores.

Los resultados indicaron que, al menos desde la perspectiva de los encuestados, la práctica de la microdosis provocaba efectos positivos en la salud mental. Como informan los investigadores, «el 44% de los encuestados percibió que su salud mental era mucho mejor y el 35,8% percibió que era algo mejor debido a la microdosis». El 19% de los encuestados no percibió ningún cambio en su salud mental». Sólo el 1,3% indicó que su salud mental era algo peor desde la microdosis, y el 0,2% dijo que era mucho peor.

Lea y sus colaboradores reconocen que varias limitaciones clave restringen las inferencias de sus hallazgos. No es posible discernir a partir de su estudio si las mejoras de salud mental reportadas se debieron a la microdosis, o más bien al resultado de un efecto placebo u otros factores como los cambios en el estilo de vida.

Los autores subrayan la importancia de seguir estudiando los efectos de la microdosis. «Mientras esperamos los resultados de los ensayos clínicos, que podrían tardar algunos años, las personas seguirán autogestionando su salud con la microdosis. Por consiguiente, es importante vigilar las prácticas y experiencias de las personas en materia de microdosis a largo plazo a fin de proporcionar recursos apropiados para la reducción de los daños y otro tipo de apoyo».

El estudio, titulado «Resultados percibidos de la microdosis psicodélica como terapias autogestionadas para los trastornos mentales y de consumo de sustancias«, fue redactado por Toby Lea, Nicole Amada, Henrik Jungaberle, Henrike Schecke, Norbert Scherbaum y Michael Klein.