El director del Centro Nacional de Control de Adicciones de Paraguay, Manuel Fresco, cree que legalizar la marihuana en Paraguay es un hecho que tarde o temprano llegará, pese a que el país no está listo «culturalmente» para ello, siendo el mayor productor de la droga en Suramérica.
«Culturalmente creo que no estamos preparados para una aceptación racional y responsable del tema, pero igual hay que hacerlo, porque no te vas a preparar nunca. No vas a tener un proceso de 10 años para preparar a la población», explicó.
Con una década tratando a diario las consecuencias del consumo de drogas, Fresco consideró que la legalización del consumo de la marihuana en Paraguay tiene que ser un proceso directo y adecuarse posteriormente.
«Se tiene que hacer y ver qué pasa. Y prepararse, porque el sistema sanitario no está preparado en este momento ni siquiera para el alcohol, que tiene ya muchos años de presencia y problemática», señaló Fresco.
«Hay que pasar un periodo de intensa crisis, pasar esa tormenta y después ir preparando los sistemas sanitarios, etc.», afirmó.
En Paraguay la posesión, la producción y la venta de marihuana está prohibida y en algunos casos penada con prisión, pero el debate está instalado en diversos foros sociales, legislativos y sanitarios, y este último ya ha comenzado el camino de la liberalización.
El uso de la marihuana con carácter medicinal fue una realidad esta semana en Paraguay gracias a la venta de las primeras dosis importadas de aceite de cannabis para su uso terapéutico y bajo receta controlada, un mes después de que la cartera sanitaria autorizara su compra a través de un laboratorio local.
«Cannabis como uso medicinal se está aceptando. Chile tiene, Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos… y acá no todavía formalmente, pero ya se aceptó porque el ministerio de Salud Pública permitió la importación del cannabis», afirmó.
«Es una lucha irracional y tiene toda esta polémica porque simplemente es marihuana, la planta. La morfina viene del opio y entonces, ¿vamos a hacer un lío con opio? La morfina también genera una enorme dependencia. El uso medicinal está fuera de discusión y hay que ir investigando para evitar la sobremedicación», añadió Fresco.
Señaló las capacidades comprobadas que tiene el cannabis en su uso terapéutico como «medicina coadyuvante» por ejemplo en casos de epilepsia refractaria, gracias al efecto anticonvulsivo del Cannabidiol (CBD) o el efecto sedante del Tetrahidrocannabidol (THC).
En cuanto al uso lúdico de la marihuana, Fresco consideró que también es irremediable que antes o después Paraguay legalice su consumo y advirtió que así como el alcohol ya está legalizado, la marihuana perderá su etiqueta de droga.
Sin embargo, dejó claro que «no es cierto» que se pueda fumar marihuana sin riesgos y tampoco que no genere dependencia.
«Los estudios muestran que por ejemplo el riesgo de generar dependencia con alcohol es entre el 15 y 20 %. Con el tema de la marihuana es menor. El porcentaje de dependencia por el consumo de marihuana es del 9 al 10 %», aclaró Fresco.
Estos dependientes están expuestos a desarrollar diferentes patologías en función de si son complicaciones agudas y de uso crónico, advirtió.
Fresco explicó que personas predispuestas a esquizofrenia pueden desarrollar crisis psicóticas con el consumo de cannabis; o quienes consuman grandes cantidades pueden desarrollar psicosis inducidas por sustancias.
Fumar de forma excesiva marihuana también puede generar complicaciones de salud de carácter respiratorios como bronquitis o irritación de los bronquios, «las mismas cuestiones que el tabaco», dijo Fresco.
Pero de una forma u otra, Fresco señaló que la droga, sea cual sea, es veneno y medicamento al mismo tiempo, con base en la definición griega de «phármakon» (fármaco), y que pese a la estigmatización del cannabis a nivel mundial, «no te vas a morir de sobredosis de marihuana».