«La ciudad de Bessemer apesta». Así de contundente se ha expresado la concejal de esta localidad de Michigan (Estados Unidos), Linda Nelson. La marihuana con fines recreativos se legalizó en diciembre de 2018, y, según el ayuntamiento de la ciudad, los residentes se quejan del olor abrumador que desprende su cultivo.
Si bien ésta es legal, existen restricciones a la hora de cultivarla. El estatuto de Michigan estipula que las plantas no pueden ser visibles a simple vista o cultivadas fuera de un área cerrada y segura. Además, también existen límites en cuanto al número de plantas que puede tener cada persona. La posesión de más de una docena de plantas en Michigan conlleva una multa de 500 dólares. Si el cultivo supera las 24 plantas, la multa aumenta a un cargo por delito grave que conlleva hasta siete años de prisión y una multa de 500.000 dólares.
Las plantas de cannabis comienzan a liberar un olor notable a partir de las pocas semanas de edad. Cuando comienzan a florecer y producir brotes, este olor se vuelve mucho más fuerte, y a más plantas, más fuerte es el olor. Un problema que no sólo afecta a Bessemer. Según The New York Times, algunas ciudades de California se están planteando prohibir el cultivo de cannabis por preocupaciones olfativas, a pesar de que es legal a nivel estatal.
Unos ‘prismáticos’ nasales para hacer frente al problema
La ciudad de Bessemer intentará acabar con este problema con un aparato muy singular. Se llama Nasal Ranger y es un olfatómetro que aumenta la potencia del olor que se está rastreando. Según ha informado el medio estadounidense The Daily Globe, el ayuntamiento de esta localidad gastará alrededor de 3.400 dólares en adquirir varios de estos dispositivos. Los agentes los utilizarán para localizar con mayor facilidad las plantaciones de marihuana que no cumplan con las normas establecidas.
El Nasal Ranger es un aparato fabricado por St. Croix Sensory. Lanzado en 2012, el dispositivo combina aire externo con aire filtrado de un tanque y el usuario manipula un botón gradual en el lateral de la máquina para establecer el nivel de sensibilidad con el que quiere rastrear un olor en concreto.
La policía de Denver comenzó a usar el dispositivo para localizar plantas de marihuana en 2013, y otros municipios han seguido su ejemplo. La policía de Michigan ha estado luchando contra las consecuencias del consumo de marihuana desde que se legalizó.
En noviembre de 2019, Newsweek informó que la policía estatal todavía recibía llamadas sobre el humo y el olor a marihuana, pero carecía de la jurisdicción para investigarlos, a menos que sospechen que estaba siendo consumido por menores de edad.
