A veces en la vida, tenemos que dar para recibir algo a cambio. A menudo es la manera en que si quieres un regalo, debes dar uno a cambio, como la Navidad y la miserable ocasión que es el Día de San Valentín.
Pero a Marian Erbach se le ocurrió la idea de dar un regalo con el que mucha gente podría estar de acuerdo.
El alemán, que ahora vive en Jamaica, estaba harto de ver las playas cubiertas de basura y plástico, así que se le ocurrió la idea de regalar una cigarro de marihuana a cambio de un balde de basura.
Así que, hagamos el bien, hay una playa limpia frente a ti y tienes la satisfacción de ser parte de su limpieza.
Sin embargo, debemos dejar claro que se trata únicamente de un intercambio de regalos y no de una transacción, porque eso sería ilegal.
La idea le vino a Marian, de 33 años de edad, después de que se sintiera «totalmente molesto» con toda la basura y, más específicamente, con el plástico. Fue y enrolló 56 porros, lo que equivale a 56 gramos de marihuana.
Te preguntarás: ¿por qué tan específico? Bueno, hay un método en su genial locura, porque Marian sabe que, bajo la ley jamaicana, 56 gramos es la cantidad máxima de hierba que una persona puede llevar sin ser castigado por la ley, mas que con una multa, a diferencia de un arresto o antecedentes penales.
Menos de 30 minutos después de colocar el letrero en Long Bay Beach en Jamaica, la primera persona había llegado para agarrar un balde, y luego un porro.
Marian, que es la propietaria y fundadora del Hostal Germaican, dijo en una entrevista: «Para nosotros no es posible comercializar o cambiar marihuana por basura o cualquier otra cosa, simplemente no tenemos la licencia y no tenemos permiso para ello.
«Estaba totalmente molesta con toda la basura que nos rodeaba, así que los últimos meses investigué mucho sobre la basura, especialmente sobre la basura plástica. A menudo veía algunas fotos donde la gente ofrecía café gratis por un cubo de basura. Mi novia hizo una broma, dijo:’En Jamaica deberíamos ofrecer porros gratis'».
