Pablo Clementi, un viajero y fanático del futbol originario de Argentina, hizo de todo para poder ver a su selección en el mundial de Qatar 2022. Después de vivir en Barcelona, California y Australia, fue uno de los primero argentinos en llegar a Qatar a fines de octubre, semanas antes de que diera inicio la copa del mundo.
Pablo de 30 años dejó la Argentina en julio de 2020 para irse a vivir a Barcelona. Su plan inicial era volar hacia Australia y radicarse allí, pero debido a la pandemia su planes cambiaron.
“Conseguí alojamiento en España y empecé a trabajar como delivery. Eso lo hice durante seis meses. En paralelo trabajaba en un call center. Todo hasta que me aburrí, me cansé, me tomé un vuelo y me fui a Estados Unidos a vivir otra aventura”, dijo Pablo en una entrevista para TN.
Ya estando en Estados Unidos consiguió empleo en una cosecha de cannabis. “Muchos argentinos estuvimos ahí: a algunos les fue bien, a otros no tanto. Hice un trabajo meramente de campo, con un arreglo económico por hora. Me pagaban 17 dólares, después subió a 18. Se trabajaba entre 12 y 14 horas por día”.
Pablo recordó esa etapa como una apuesta, una moneda al aire que podía caer bien o mal, pero que valía la pena arriesgarla. “El sacrificio era para hacer una diferencia económica y viajar al Mundial. Sin embargo, la temporada no fue buena y aún estoy esperando que me paguen el dinero”, mencionó.
Pablo menciona que durante sus dos meses trabajando en el cultivo de marihuana le quedaron a deber dinero, sin embargo a el y a otros trabajadores que se les quedó a deber, les ofrecieron pagarles en especie, ósea con marihuana.
“Yo estaba en una granja legal. A muchos les ofrecen darle marihuana y que la revendan, pero en Estados Unidos eso es peligroso. En mi caso el dueño de la granja dio la cara y es cuestión de esperarlo”, contó.
“No se podía fumar durante las horas de trabajo. Hay gente que, como hábito, fumaba desde que se despertaba hasta que se iba a dormir. Yo no fumé ni tampoco me pagaron”.
Luego de trabajar en Estados Unidos, decidió que era momento de viajar a Australia, en donde vive desde hace 7 meses, y trabaja en una granja de paneles solares. Así mismo mencionó que “con lo que gano le mando una ayuda económica a mi vieja que lo necesita. Es jubilada, tiene su casa, su auto, pero no es suficiente. Para el Día de la Madre le regalé las cubiertas del auto. Es una forma de agradecerle que me haya apoyado en todas mis decisiones”.