El Dr. Thomas J. Ungerleider, psiquiatra de La Universidad de Califonia en Los Ángeles que jugó un papel como uno de los primeros investigadores en demostrar los beneficios del cannabis medicinal, falleció el mes pasado a los 85 años Murió de complicaciones causadas por la enfermedad de Alzheimer.
El Dr. Ungerleider fue un pionero en la verificación de los efectos positivos que el cannabis podría tener sobre las personas. En los años 70 y 80, puso a prueba cómo el cannabis ofreció efectos terapéuticos para aquellos que sufren de glaucoma y los que se someten a la quimioterapia, según el diario Los Angeles Times.
Comenzó su carrera como profesor asistente en la UCLA en los años 60 investigando los efectos de que el LSD tuvo sobre las personas. De hecho, era uno de los primeros investigadores para documentar este tipo de investigación de la droga. El hijo del Dr. Ungerleider, John, dice que uno de los colegas de su padre compartió que su padre fue la persona que acuñó el término «mal viaje» cuando se hace referencia al LSD.
Durante la década de 1970, el Dr. Ungerleider fue designado a la Comisión Nacional sobre Abuso de Marihuana y Drogas por el presidente Nixon. El grupo que se componía de 13 personas que se encargaron de recorrer el mundo durante un año estudiando los efectos que el cannabis tenían en las personas. En ese momento, la comisión terminó llegando a la conclusión de que el cannabis no era una sustancia peligrosa, y la gente no debe ser sancionada por el simple hecho poseerla. Nixon no aceptó las sugerencias de la comisión y aún así comenzó la guerra contra las drogas.
El Dr. Ungerleider escribir un documento sobre el tema mucho más tarde en 1999 y declaró que el cannabis definitivamente tenía un lugar en la medicina, por limitado que sea.
El Dr. Ungerleider en su deseo de ayudar a la gente creo programas de tratamiento para el abuso de sustancias y de salud mental en Los Ángeles, California. El trabajo de su vida ha hecho posible que la comunidad de cannabis sea lo que es hoy, y siempre seguirá siendo un ejemplo de lo que nuestro principal objetivo siempre debe ser: para ayudar a las personas necesitadas.
Le sobreviven su esposa Dorothy Ungerleider, su hija, Shoshana Margoliot, seis nietos y 14 bisnietos.