Cada vez son más las marcas que buscan nuevos materiales orgánicos y sostenibles para el diseño y construcción de sus coches. Ford parece apostar por el bambú, Bentley estudia el uso de algas y otros materiales para simular el tacto del cuero y en Continental trabajan en el desarrollo de un neumático creado con Taraxagum, un derivado del Diente de León. Con todo, Bruce Dietzen ha ganado esta partida.
No obstante, en imagen podemos contemplar el primer deportivo diseñado y construido con Cannabis, nombre coloquial que se le da a la planta Cannabis Sativa, de la que se extrae las fibras de cáñamo. Tras cinco años de investigación y de un uso experimental, Bruce Dietzen ha conseguido que estas fibras de cáñamo sirvan como base para el diseño de su coche, un deportivo retro que recuerda a los modelos deportivos de los años 70. De hecho, su imagen no tiene que envidiar a cualquier clásico que se precie.
El chasis, la tapicería, el capó y todo lo que en un coche normal está diseñado en plástico, en este modelo es cáñamo. Una de las grandes peculiaridades es que su carrocería también está hecha íntegramente de fibra de cáñamo, que según las prueba realizadas por el fundador de Renew Sports Car, es incluso más resistente que el acero. A nivel mecánico cuenta con un propulsor de gasolina convencional, aunque eso no evita que sea uno de los coches ‘más verdes’ del planeta.
Aunque su motor de gasolina emite tantas partículas de CO2 como cualquier otro coche, la clave de este ‘Cannabis Car’ es que su diseño es casi artesanal y en la creación de los moldes de cáñamo apenas se emiten gases contaminantes. De hecho, el 23% de las emisiones de carbono de cualquier vehículo en su ciclo vital son durante el proceso de fabricación, cifra que se eleva al 46% en el caso de los vehículos eléctricos. De momento Bruce Dietzen ya tiene tres pedidos del coche «más verde», color que no hereda del Cannabis.