Efecto Ganzfeld: ¿se puede «hackear» el cerebro para crear alucinaciones sin drogas?

Según algunos estudios, es posible engañar a la mente de forma bastante sencilla, si bien el experimento no está exento de polémica

Aunque el cerebro humano es una máquina con millones de engranajes que funcionan casi a la perfección -siempre que no haya lesiones ni enfermedades-, en realidad es sorprendentemente fácil engañarlo. El ejemplo perfecto son las ilusiones ópticas. Sin embargo, hay más allá otros métodos que pueden llegar a confundirlo aún más y que la situación se vuelva extraña. Y sin necesidad de recurrir a sustancias químicas peligrosas drogas.

Así lo demostraron los youtubers de Scam Nation en un vídeo en su canal. Para ello, idearon una situación de privación sensorialusando algunos objetos domésticos comunes, como hojas de papel, relleno de algodón, cinta adhesiva o una cuerda, entre otros. Además, utilizan un vídeo de YouTube con el llamado «ruido blanco» que se reproduce sin pausa durante al menos de 30 minutos a través de unos auriculares con cancelación de ruido. Con todo ello creaban una atmósfera parecida a la que se crea en los tanques de aislamiento sensorial.

Según ellos, los efectos se empiezan a notar entre los 10 y los 30 minutos y varían de una persona a otra. En concreto, los chicos de Scam Nation aseguraron ver «flores de colores» como las que aparecen cuando te frotas los ojos, para después describir formas como dinosauriosmedusas o incluso algo que aseveran que es parecido «al Ojo de Sauron» de «El señor de los anillos». En cuanto a las alucionaciones auditivas, uno de ellos describió haber escuchado gritos y el otro risas.

Polémica sobre el experimento Ganzfeld

Detrás de esto está el polémico efecto Ganzfeld, un experimento que afirma que cuando estás expuesto a «un campo de estimulación uniforme y no estructurado», como ver la negrura y escuchar la televisión estática constante, tu cerebro responde amplificando el ruido neuronal en un esfuerzo por encontrar señales visuales faltantes. Esto puede dar lugar a alucinaciones visuales y auditivas, si bien que produzca un efecto diferente en cada persona lo hace difícilmente cuantificable y creíble para la comunidad científica.

De hecho, varios estudios han indagado acerca de la efectividad del experimento Ganzfeld o la capacidad del ser humano de alucinar sin drogas. En la década de los años 30, el psicólogo Wolfgang Metzgersugirió que cuando las personas observaban un campo de visión sin rasgos distintivos, en muchas ocasiones veían cosas que no estaban allí realmente y, además, sus electroencefalogramas cambiaban. Metzger afirmó que el efecto Ganzfeld, que en alemán significa «campo total» o «campo completo», es el resultado de la búsqueda del cerebro de estímulos sensoriales faltantes, lo que provoca un ruido neuronal amplificado que se interpreta en la corteza visual superior.

Sin embargo, muchos expertos han criticado que los experimentos llevados a cabo no han sido estandarizados o que había serias deficiencias al aplicar el método científico o el aislamiento, lo que podía dar lugar a sugestión inducida a los participantes de los experimentos.

La «telepatía de Ganzfeld»

Un estudio más reciente liderado por el experto en percepción Jiří Wackermann y que indaga sobre la supuesta «telepatía de Ganzfeld», un fenómeno que se da cuando dos personas se miran durante un tiempo determinado. En un primer trabajo, publicado en la revista «Neuroscience Letters» en 2003, afirmó que ambos cerebros coordinaban sus estados eléctricos sin poder explicar cómo podía ocurrir este fenómeno. Otra investigación publicada en 2008 en «Cortex» afirmaba sí que se observan «procesos de cambios de atención y formación de percepción», aunque la telepatía se relaciona más con un «sistema de creencias particular compartido por los participantes y los experimentadores».

Sea como fuere, los estados alterados del cerebro aún siguen siendo un enigma para la ciencia, que no ha conseguido descubrir todos los misterios que anidan en nuestra mente.

Con información de ABC