El ex receptor abierto de los Detroit Lions, Calvin Johnson, y su socio el ex liniero de la NFL, Rob Sims, se asociaron con la Universidad de Harvard para investigar los beneficios de la marihuana médica en áreas de la encefalopatía traumática crónica, comúnmente conocida como CTE, y manejo del dolor.
Los ex jugadores –que son copropietarios de la empresa de cannabis Primitive– anunciaron la sociedad, que incluye una donación de seis cifras al instituto internacional de fitomedicinas y cannabis medicinal en Harvard durante la Cannabis Capital Conference en Detroit este jueves.
«Podemos estar en condiciones de desarrollar un tratamiento para el CTE», declaró Sims a ESPN este jueves por la noche. «Se ha sugerido que el CBD (cannabidiol, un compuesto en el cannabis) y otras cosas pueden ayudar a las enfermedades cognitivas y creemos que posiblemente podría haber un tratamiento en el futuro que podríamos producir».
Sims y Johnson fueron parte de la Global Catalyst Health Summit de Harvard en mayo, cuando acordaron comprometerse en dar dinero a la investigación y comenzar un consorcio con empresa de rendimiento cerebral NESTRE para trabajar con el instituto y el Dr. Wilfred Ngwa. NESTRE ha trabajado en el entrenamiento cerebral con atletas de la NFL, incluyendo el ex mariscal de campo y actual analista de ESPN, Josh McCown, hacia el final de su carrera.
Como parte de la sociedad, Harvard hará investigación médica para Primitive, realizará ensayos clínicos relacionados al CTE y dolor y también proporcionará el control de calidad de la Harvard Medical School para cualquier producto creado por la empresa. Como ex jugadores de la NFL, Sims y Johnson dicen que han investigado estudios el CTE y fútbol americano que muestran que la enfermedad prevalece entre ex jugadores. El CTE sólo puede ser diagnosticado después de la muerte.
«Como ex atletas, sabemos que hay algún tipo de CTE o algún tipo de daño, creo que dicen que 99 por ciento en el estudio», indicó Sims. «Así que eso significa que podría estar caminando con alguna forma de eso. Realmente se trata de esperanza. Sólo dar esperanza, mejorar el juego, hacer el juego más seguro para ex jugadores después de su retiro.
«Realmente poder ayudar a personas. Soy un jugador de NFL de segunda generación, tanto mi padre [Mickey Sims] como mi suegro [jugaron]. He visto lo bueno, lo malo y lo feo de cómo luce cuando te retiras. Si podemos ayudar a esta faceta de las personas que sufren de CTE u otra enfermedad cognitiva, ese es el objetivo real aquí».
Este es el principio de lo que Johnson y Sims esperan sea una sociedad a largo plazo con el instituto. Si pueden ayudar a las personas, calculan que la parte del negocio de esto continuará.
«Nuestra misión simplemente será mejorar la calidad de vida», agregó Sims. «Así que ya saben, con NESTRE, el entrenamiento cerebral y la optimización humana, creemos que hay una manera de seguir mejorando tus funciones cerebrales a través del ejercicio.
«Luego, desde nuestra posición, con los datos que podemos obtener, creemos que podemos producir plantas medicinales, cannabis, usar nanotecnología para ayudar en áreas donde las personas tendría síntomas de CTE, como el estado de ánimo, ansiedad y pérdida de memorias. Ese es el objetivo al final».
Sims dijo que no hay una fecha establecida para que comiencen las pruebas clínicas, pero espera que puedan comenzar durante el primer trimestre del 2020.
Esta es la aventura comercial más reciente para Sims y Johnson, que comenzaron a trabajar como una compañía de bienes raíces y también abrieron una firma de consultoría antes de elegir la ruta del cannabis luego que Michigan legalizó la marihuana en noviembre. Su primer intento de obtener una licencia fue rechazado por el estado, pero esos problemas han sido rectificados y su primera instalación de cultivo está programada para inaugurarse en el próximo mes en Webberville, Michigan.
Eso está muy lejos de sus comienzos, cuando nunca imaginaron que se asociarían con Harvard.
«Nunca en un millón de años», sentenció Sims. «Estaba tratando de hacer que Calvin construyera una o dos casas conmigo hace dos años, después terminamos en los bienes raíces de cannabis y luego terminamos entrando en la parte de las licencias y ahora estamos entrando en la parte medicinal de eso.
«Así que ha sido un gran viaje y espero con ansias el futuro».