En los Estados Unidos se ha registrado un aumento en consumo de marihuana y alucinógenos entre los adultos jóvenes, así mismo se se ha registrado una reducción en el consumo de opiáceos entre el mismo sector de la población, esto de acuerdo a un reciente estudio publicado por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
La proporción de estadounidenses de entre 19 y 30 años que declararon haber consumido marihuana en el último mes aumentó hasta el 29% en 2021, un incremento respecto del 21% respecto a años anteriores. El consumo diario de marihuana casi se duplicó en la última década, ya que el 11% de los adultos jóvenes declararon que la marihuana formaba parte de sus rutinas diarias en 2021, en comparación con el 6% en 2011.
El uso de alucinógenos -como los hongos de psilocibina, el LSD, la mescalina y el peyote- también va en aumento. El año pasado, el 8% de los adultos jóvenes declaró haber consumido alucinógenos, frente al 5% en 2016 y el 3% en 2011. El MDMA, es la única droga alucinógena cuyo consumo disminuyó.
El consumo de opioides, por su parte, ha disminuido en los últimos años. El 0.2% de los adultos jóvenes reportaron haber consumido heroína en 2021, aproximadamente la mitad del 0.4% que declaró haberla consumido en 2011. Los opioides recetados, como el vicodin y el oxycontin, también han disminuido entre los adultos jóvenes en la última década.
«Necesitamos saber más sobre el consumo de drogas como la marihuana y los alucinógenos entre los adultos jóvenes, así como los efectos sobre la salud que se derivan del consumo de distintas potencias y formas de estas sustancias», afirmó en un comunicado la Dra. Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas.
A pesar de la disminución del consumo de opioides entre los adultos jóvenes, las muertes por sobredosis están alcanzando cifras récord, una tendencia que se ha atribuido a los opioides sintéticos como el fentanilo.
Más de 107,000 estadounidenses murieron por sobredosis de opiáceos el año pasado, la cifra más alta de la que se tiene constancia y un notable aumento respecto a los 93,655 estadounidenses que murieron en 2020. El fentanilo fue responsable el responsable de la mayoría de las muertes, causando 71,238 del total de las muertes por sobredosis.
