El consumo de cannabis es frecuente entre pacientes con trastorno bipolar, pero hasta ahora no disponíamos de estudios suficientes para determinar si el cannabis tiene potencial como tratamiento para esta enfermedad.
El trastorno bipolar es una enfermedad mental bien conocida que muchos sujetos no diagnosticados no consiguen comprender. Aunque los medicamentos farmacéuticos y la psicoterapia son los tratamientos primarios para esta enfermedad, los científicos desarrollan cada vez más investigaciones para valorar los efectos del cannabis sobre diferentes tipos de trastornos bipolares.
¿QUÉ ES EL TRASTORNO BIPOLAR?
El trastorno bipolar se manifiesta en cuatro variantes, pero todos los tipos comparten ciertas características. También conocido antiguamente como psicosis maníaco-depresiva, el pilar básico de esta enfermedad gira en torno a episodios de energía y éxtasis fuera de lo común, conocidos como manías. En cambio, un estado de ánimo muy bajo, fatiga y desesperación son señales de otro síntoma: los episodios depresivos.
CUATRO TIPOS
Las diferentes modalidades son las siguientes: El trastorno bipolar tipo I es lo que algunos consideran erróneamente como la única forma de este trastorno. Este tipo se caracteriza por periodos sostenidos de manía que duran más de una semana. Los pacientes diagnosticados con un trastorno tipo I experimentan también episodios depresivos, resultando en cambios radicales del estado de ánimo de un día para otro. El trastorno bipolar I puede ser muy limitante para la rutina diaria de una persona, y en algunos casos exige la hospitalización del paciente.
El tipo II se caracteriza predominantemente por episodios de depresión largos. Aunque los pacientes de esta modalidad pueden sufrir episodios obsesivos puntuales, su curso se basa fundamentalmente en estados de desánimo, falta de energía y una capacidad funcional limitada.
La ciclotimia es la tercera categoría de trastornos bipolares y afecta al sujeto de forma menos definida que las otras dos. Este tipo se manifiesta en periodos sostenidos de hipomanía y comportamientos depresivos que no necesariamente alcanzan el nivel de manía o depresión.
El cuarto y último tipo de trastorno bipolar engloba a todos los anteriores y variantes de esta enfermedad todavía por identificar cuando los profesionales médicos las diagnostican.
¿CÓMO AFECTA EL CONSUMO DE CANNABIS?
A medida que el cannabis gana aceptación como suplemento terapéutico beneficioso, resulta lógico que investigadores y médicos valoren cómo interactúan los cannabinoides con el trastorno bipolar, para bien o para mal. En el ámbito de los trastornos psicológicos, el cannabis ha sido respaldado y reprobado en diferentes estudios, por considerarse tanto beneficioso como perjudicial. Esto se debe fundamentalmente a la naturaleza ilícita de la sustancia y sus connotaciones históricas que negaban cualquier valor medicinal.
ALGUNOS PRIMEROS DESCUBRIMIENTOS
Han existido algunos estudios preliminares acerca del cannabis y el trastorno bipolar, la mayoría de los cuales se desarrollaron con muestras de pacientes relativamente pequeñas. Un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad de Lancaster (Reino Unido) realizó un seguimiento a 24 pacientes de trastorno bipolar que consumían cannabis al menos 3 veces a la semana. El estudio se planteó utilizando el método de muestreo de experiencias (MME), en el que los participantes registraban sus impresiones en un diario durante un período de 6 días. Cada uno analizaba cómo la marihuana afectaba a sus episodios maníacos y/o depresivos.
Al final, los hallazgos de este estudio eran, en cierto modo, poco consistentes. La conclusión a la que llegaban los investigadores era que a pesar de que los síntomas maníacos y depresivos de algunos participantes aumentaban con el consumo de cannabis, la mayoría disfrutaban de sus efectos positivos y tenían más tendencia a consumirlo con fines recreativos en lugar de terapéuticos. Los problemas evidentes de este estudio eran el tamaño de la muestra y la falta de un control presencial, lo que dificulta el traslado de estas tendencias a grupos más grandes.
THC FRENTE A CBD
Al realizar estudios sobre el consumo de cannabis para el tratamiento de trastornos bipolares, los investigadores deberían tener en cuenta las diferencias entre cada método de consumo. Dependiendo de la forma de cannabis consumida, los resultados de los estudios pueden resultar sesgados por errores de consistencia entre cada proyecto de investigación. Por ejemplo, pacientes bipolares que fuman concentrados de cannabis con un contenido de THC extremadamente elevado son más propensos a experimentar más respuestas negativas sobre su estado anímico que aquellos que fuman flores de variedades ricas en CBD.
Esto se explica porque el THC ha demostrado inducir ansiedad y paranoias agudas en algunos consumidores, mientras el CBD es eficaz para mitigar los efectos negativos de los síntomas psicotrópicos. También es fundamental valorar el tipo de variedad consumida, sativa, índica o híbrida. Cada una producirá efectos diferentes a nivel individual y general. La carencia de estudios específicos según los diferentes métodos de consumo de cannabis complica la comparación entre distintas muestras.
¿PROVOCA LA MARIHUANA TRASTORNOS BIPOLARES?
Aunque se ha descubierto que el cannabis puede reproducir los síntomas de algunos trastornos psiquiátricos de forma temporal, no existen pruebas que indiquen que su consumo provoque enfermedades mentales. En pacientes bipolares, los efectos de la marihuana dependen del tipo de trastorno, así como de los hábitos de consumo, el estado físico del paciente y otros factores importantes.
Los investigadores que defienden que el cannabis es beneficioso para el tratamiento de trastornos bipolares se centran en los efectos de los cannabinoides sobre el sistema endocannabinoide humano. Cuando consumimos cannabis, cannabinoides como el THC se adhieren a los receptores endocannabinoides tipo CB1 y CB2 en diferentes partes del cuerpo y tienen la capacidad de producir efectos que estabilizan el ánimo.
Un estudio realizado en la Universidad de Oslo en 2010, analizaba los efectos del cannabis en el funcionamiento neurocognitivo de 133 pacientes. Los resultados fueron esperanzadores, concluyendo que existían evidencias suficientes para apoyar esta teoría, pero será necesaria investigación más exhaustiva para aprovechar sus implicaciones positivas.
CANNABIS PARA MANÍAS Y DEPRESIONES
El consumo de cannabis en pacientes bipolares es superior a la media. Esto refleja su deseo de aliviar la depresión o reponerse de un episodio maníaco. Aunque algunos estudios anecdóticos han comprobado cómo los participantes advertían una mejoría gracias a los efectos sedantes del CBD y el THC, otros lo consumen durante periodos depresivos para experimentar una revitalizante sensación de euforia.
CONCLUSIÓN
Los resultados de los estudios existentes sobre el cannabis en pacientes bipolares son insuficientes para afirmar con rotundidad que pueda tratar con eficacia los síntomas de este trastorno. Aunque ha mostrado poder incitar reacciones de ansiedad y manía, muchos pacientes consumen cannabis no como medicación, sino para su disfrute personal cuando no están sufriendo un episodio. El cannabis ofrece un gran potencial medicinal y sin duda podría ser una de las claves para el cuidado de la salud mental en un futuro próximo.