La palabra “Tostón” es un término muy recurrente en la vida de cualquier mexicano que radique o no en el país. La utilizamos para referirnos a la cantidad monetaria de cincuenta, no importando si son centavos o pesos. Y aunque la palabra es muy utilizada pocos sabemos el origen de ésta.
Tostón proviene del italiano testa —«cabeza»— y testóne es la palabra que se utilizaba para referirse a una moneda que ostentaba una cabeza o busto de algún personaje. En la Nueva España, el término lo heredó la moneda de cuatro reales, a la que se llamó tostón, pues en una de sus caras mostraba a Enrique iv; es decir, tenía un busto. Esta moneda de plata se popularizó en la época de la Colonia, no sólo en México, sino también en Centroamérica.
Ahora bien, el que a las monedas de cincuenta centavos, y en general a todo lo que vale cincuenta, se le denomine tostón, muy probablemente se debe a una relación un tanto intrincada: «un duro» era el término popular que se usaba para denominar un real de a ocho, es decir, que la mitad —un real de a cuatro— sería un tostón. Con el paso del tiempo, y cuando el sistema monetario estaba ya establecido en decimales, el peso —100 centavos— fue la moneda que equivalía al entero, por lo que naturalmente la de cincuenta centavos —su mitad— heredó el mote de tostón.
Aunque la moneda perdió su valor, la palabra tostón en México se usa como sinónimo de cualquier cosa que cuenta o totaliza cincuenta. Así, la expresión «un tostón de mota», «préstame un tostón», «cumplir un tostón» que significa cumplir cincuenta años.
Por el contrario, tostonear significa «malbaratar», como si vendiéramos en un tostón algo que vale mucho más. Y, peor aún, ser un tostonero nos dice que alguien es tacaño, cuentachiles o que ni siquiera merece más de esa suma.