Uruguay, con apenas 3,4 millones de habitantes, se está convirtiendo en toda una potencia mundial del cannabis. El país sudamericano fue el primero del mundo en dar luz verde al cannabis para uso recreativo, y lo hizo 5 años antes que Canadá. La decisión, aprobada por el ya expresidente José Mújica, se tomó para luchar contra el narcotráfico permitiendo cultivar y vender cannabis a varios establecimientos. En términos económicos el impacto está siendo positivo, pero el Gobierno pretende dar un paso más para hacer que está industria genere más millones de dólares.
El país ha decidido conceder 19 licencias a empresas y entidades públicas para proseguir ampliando las capacidades de la industria. En estos momentos, el espacio autorizado para cultivar a cielo abierto es de 1.000 hectáreas y de 22.000 metros cuadrados en invernaderos, tal y como señalan en Infobae.
Según ha señalado Martín Rodríguez, director ejecutivo del Instituto de Regulación y Control del Cannabis, esta nueva medida creará entre 3.000 y 4.000 puestos de trabajo directos. El siguiente paso permitirá la elaboración de nuevos productos hechos con cannabis. Aunque por el momento estos productos no se comercializarán en el mercado interno, serán para exportar.
Lo cierto es que Uruguay ha encontrado un filón en las exportaciones, ya que vende una gran cantidad de productos cannabinoides a Estados Unidos, Canadá, Israel, Australia, Brasil, Perú, Chile y Colombia. Ahora, con las nuevas concesiones a las empresas del sector, Uruguay quiere asentarse aún más como primera potencia exportadora.
Mirando al futuro
Uruguay no se conforma con lo conseguido hasta ahora, el Ministerio de Salud Pública del país está elaborando un reglamento para dar mayor libertad a las empresas. El próximo paso es permitir que pueda ser utilizan en alimentos y otros derivados, una industria que moverá 100.000 millones de dólares, unos 90.000 millones de euros, en el 2028.
Por ello, son muchas las empresas extranjeras que han decidido asentarse en el país. Por ejemplo, Aurora Cannabis, la segunda compañía cannabinoide más grande del mundo, ha comprado empresas locales uruguayas para asentarse en el país.
Según fuentes del Gobierno, han vendido 1,4 millones de euros en cannabis legal durante el pasado año y hasta ahora le ha «quitado» 22 millones de negocio al narcotráfico. «No podemos afirmar que esa cifra haya sido arrebatada al narcotráfico, pero sí podemos afirmar que se le está arrebatando una porción del negocio ilícito que tenía con el cannabis y con otras drogas que también ofrece», dijo el secretario de Presidencia, Juan Andrés Roballo.