La Unión Nacional de Padres de Familia piensa que la legalización de la mariguana atenta contra los grupos más vulnerables como son los niños y adolescentes
La Unión Nacional de Padres de Familia pidió al Senado y la Secretaria de la Salud no continuar con la discusión sobre la legislación para el uso lúdico de la marihuana.
El pasado martes, el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, confió que en el próximo periodo de sesiones se apruebe la ley que regula el uso del cannabis.
La Unión Nacional considera que la legalización de la marihuana atenta contra los grupos más vulnerables como son los niños y adolescentes y acarreará graves problemas.
“Pese a que todavía es una droga ilegal en México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2016-17, los datos oficiales más recientes, demuestran que el uso de la marihuana se ha quintuplicado entre los jóvenes”, alertaron en un comunicado.
Leonardo García Camarena, presidente de la UNPF, dice que la regulación de la marihuana para uso lúdico no es la mejor alternativa para nuestro país.
“Abrir paso a las drogas ilegales para su uso recreativo solo provocaría un número creciente de consumidores, quienes, si inician su consumo antes de la mayoría de edad, estarían más vulnerables a presentar adicción de dichas sustancias, además de presentar problemas en su región cerebral, afirmó.
El activista expuso que no se trata de prácticas prohibicionistas como suelen llamarle, se trata de atender de manera urgente la cuestión de salud pública que se tiene con el tabaco y el alcohol.
“Si así está nuestra realidad social, imaginémonos ahora con otra u otras drogas a las que se pretenden legalizar en los próximos meses”, criticó.
El doctor Óscar Próspero García, del Laboratorio de Canabinoides en la Facultad de Medicina de la UNAM, afirmó que se ha demostrado con técnicas de imagenología que quienes empezaron a consumirla antes de los 20 años han tenido cambios en su cerebro que lo hacen menos eficiente.
“Si a ese problema de salud le añadimos otros tantos como: dificultades en el aprendizaje, tener problemas de memoria, ansiedad, pánico, deterioro de la coordinación motora, riesgo de cuadros depresivos y padecimientos respiratorios solo estaríamos incrementando el número de pacientes que requerirán atención médica”, puntualizó García Camarena.