El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves una orden ejecutiva que podría reclasificar la marihuana como una droga de menor peligrosidad, lo que representaría un cambio significativo en la política federal antidrogas y acercaría la regulación del cannabis a la aplicada ya en varios estados del país.
La medida contempla retirar a la marihuana de la Lista I, donde actualmente se ubica junto a drogas como la heroína y el LSD, para pasarla a la Lista III, categoría en la que se encuentran sustancias como la ketamina y algunos esteroides anabólicos. Aunque esta reclasificación no legaliza el uso recreativo a nivel federal, sí modificaría su regulación y podría reducir la carga fiscal que enfrenta la industria del cannabis.
Trump aseguró que la decisión responde a una fuerte presión social y al potencial beneficio médico del cannabis. “Tenemos personas suplicando que haga esto. Personas que sufren un enorme dolor”, declaró el mandatario, al referirse a pacientes que podrían beneficiarse de un acceso más amplio a tratamientos derivados de la marihuana.
El proceso de reclasificación es encabezado por la Administración para el Control de Drogas (DEA) y suele implicar un periodo extenso de revisión y comentarios públicos, que ya ha recibido decenas de miles de opiniones en todo el país. Aunque el procedimiento estaba en marcha desde la administración del expresidente Joe Biden, la orden ejecutiva de Trump busca acelerar su resolución, sin que hasta ahora se conozca un plazo definitivo.
A diferencia de Biden, Trump no cuenta con respaldo total dentro de su partido. Más de 20 senadores republicanos, encabezados por Ted Budd, enviaron una carta solicitando mantener la marihuana como sustancia de Lista I, argumentando riesgos para la salud pública, la seguridad vial y laboral, además de advertir que la reclasificación beneficiaría a actores extranjeros como China.
Pese a la oposición, la opinión pública se ha inclinado hacia un enfoque menos restrictivo. Una encuesta de Gallup reveló que el apoyo a la legalización de la marihuana en Estados Unidos aumentó del 36% en 2005 al 68% el año pasado.
La orden ejecutiva también instruye a ampliar la investigación y el acceso al CBD, un derivado legal del cáñamo. Incluso se anunció que un nuevo programa de Medicare permitiría a adultos mayores acceder gratuitamente a CBD, siempre que sea prescrito por un médico, según informó Mehmet Oz, director de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid.
Aunque Trump ha reiterado que la despenalización debe decidirse estado por estado, su administración ha reforzado paralelamente su política de combate a las drogas duras, particularmente el fentanilo, el cual fue declarado recientemente como arma de destrucción masiva mediante otra orden ejecutiva.