Una investigación llevada a cabo por biólogos marinos de la Universidad de Florida ha generado inquietud al observar un comportamiento extraño en los tiburones de la costa de Florida, Estados Unidos. Los expertos han comenzado a indagar si estos depredadores marinos podrían estar siendo afectados por la ingesta de narcóticos, incluida la cocaína.
El documental televisivo para Discovery’s Shark Week puso en relieve este estudio, en el que se analizó si los tiburones podrían estar consumiendo narcóticos arrojados por traficantes de drogas en las aguas costeras.
Investigaciones previas han demostrado que los peces pueden desarrollar adicción a rastros de metanfetaminas y otras drogas que ingresan en los cuerpos de agua.
Dado que Florida es un importante punto de entrada y distribución de sustancias ilícitas en Estados Unidos, es común que los paquetes de cocaína se pierdan en el mar o sean arrojados deliberadamente por traficantes mientras son perseguidos por las autoridades.
La doctora Tracy Fanara, ingeniera ambiental y miembro principal del equipo de investigación, consideró que los Cayos de Florida serían el lugar ideal para llevar a cabo su estudio, ya que es una región donde estos paquetes de narcóticos llegan a la costa con frecuencia.
El equipo de investigación pasó seis días en el mar de los Cayos de Florida para observar el comportamiento de los tiburones. Durante sus observaciones, notaron que algunos tiburones se comportaban de manera inusual, como un tiburón martillo que se acercó a los buzos en lugar de alejarse como suele hacer. Otro tiburón fue visto nadando en círculos sin razón aparente, lo que llevó a los investigadores a sospechar que podría estar enfocado en un objeto imaginario.
Para realizar pruebas, los científicos arrojaron bolsas de cebo con polvo de pescado altamente concentrado para simular cocaína, y los resultados fueron sorprendentes. Los tiburones mostraron una reacción similar a la que los gatos tienen con la hierba gatera, lo que sugiere un efecto estimulante en sus cerebros.
En los próximos meses, Fanara planea colaborar con otros científicos marinos de Florida para tomar muestras de sangre de algunos de los tiburones y evaluar los niveles de cocaína, en busca de más evidencia que respalde esta inusual teoría sobre el comportamiento de los tiburones en las aguas de Florida.
