Vivimos en una época en la que los discos de vinilo han estado haciendo un resurgimiento. De hecho, en 2016 por primera vez se registraron ventas más altas de discos de vinilos que ventas de música digital en el Reino Unido, y en los EE.UU.
Hemos visto muchos materiales extraños presionados en un disco de vinilo, desde restos humanos a polvo de asteroides, pero uno totalmente hecho de hash, eso si que es nuevo.
La banda californiana Slightly Stoopid ha grabado una de sus sencillos con ‘bubble hash’ lo cual les ha costado 7000 dólares. ‘Dabbington’ como se titula el sencillo, ha sido descrita como “una instrumental jazzera perfecta para escuchar fumado”.
“Una fusión de folk, rock, reggae y blues con hip-hop, funk, metal y punk”. Si una banda describe su estilo musical de este modo, cualquier cosa puede salir de las cabezas de sus componentes. Incluso, la idea de producir el primer disco de vinilo fabricado enteramente con hachís.
Es el momento perfecto. Al tiempo que las ventas en Estados Unidos del viejo formato sonoro registran sus mejores datos de los últimos 28 años, el cannabis se ha legalizado, para uso medicinal o recreativo, en un total de 28 estados de la nación americana. Qué mejor momento para deleitarse con un disco que se puede fumar.
Partiendo de un razonamiento como este, la banda norteamericana Slightly Stoopid ha grabado en un par de vinilos de hachís una de sus canciones, ‘Dabbington’, que la prestigiosa publicación musical ‘Billboard’ describe como “una instrumental jazzera perfecta para escuchar fumado”.
El capricho no les ha salido barato. Por copia se han utilizado 6000 dólares de ‘bubble hash’, un hachís muy puro y resinoso que burbujea al prenderlo y que se suele obtener a base de agua y hielo. Prensar y masterizar cada disco en los estudios Capsule Labs de Los Ángeles ha costado otros 1000 dólares.
Aunque la copia original se ha descrito como “pasable”, la segunda les ha salido rana (el sonido es poco satisfactorio), así que ya están trabajando en la tercera, que esperan tener lista muy pronto. Cuando logren perfeccionar la técnica, su plan es subastar el vinilo definitivo, donarlo o quedárselo para adornar las paredes de las oficinas de Silverback Music, la empresa de representación de artistas con la que trabaja el grupo, que ha sido la encargada de organizar la producción del disco. “Es una obra de arte”, afirma Jon Phillips, uno de los responsables de la firma, en declaraciones para Billboard. “No es algo que vayas a pinchar en tu tocadiscos una y otra vez”.
Por eso han decidido no sacarlo a la venta. Por muy llenas que estén tus arcas y por mucho que estés dispuesto a gastar en una pieza única y tentadora para los amantes del cannabis, no podrás hacerte con uno de los contados ejemplares. Tendrás que conformarte con alguno de los catorce álbumes normales y corrientes (en cuanto al formato) que está alocada banda de San Diego (California) ha publicado a lo largo de su extensa trayectoria.
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