Un hombre de Malasia condenado por contrabando de drogas a Singapur fue ejecutado el miércoles a pesar de los llamamientos de los defensores de los derechos humanos y los líderes empresariales mundiales que dijeron que debería ser perdonado porque padecía una discapacidad mental.
Nagaenthran Dharmalingam, de 34 años, fue ejecutado en la horca, según su abogado, M. Ravi. Fue atrapado en 2009 con alrededor de 1,5 onzas de heroína atada a su muslo cuando ingresaba a Singapur desde Malasia.
Sus abogados y grupos de derechos dijeron que el Sr. Nagaenthran sufría de una discapacidad intelectual y no era completamente capaz de comprender sus acciones y que fue obligado a transportar las drogas.
Entre los que instaron a Singapur a suspender su ejecución estaban el primer ministro de Malasia, Ismail Sabri Yaakob; el multimillonario británico fundador de Virgin Group, Richard Branson; y el empresario malasio y director ejecutivo de AirAsia, Tony Fernandes. Más de 100.000 personas firmaron una petición instando a la presidenta de Singapur, Halimah Yacob, a que lo indulte.
“El nombre de Nagaenthran Dharmalingam pasará a la historia como víctima de un trágico error judicial”, dijo Maya Foa, directora de Reprieve, uno de los grupos de derechos humanos. “Ahorcar a un hombre con discapacidad intelectual y mentalmente enfermo porque fue obligado a llevar menos de tres cucharadas de diamorfina es injustificable y una flagrante violación de las leyes internacionales”.
El Sr. Nagaenthran fue sentenciado a muerte hace una década. En apelación, los tribunales rechazaron su argumento de que su sentencia debería ser anulada debido a su discapacidad. El Ministerio del Interior de Singapur dijo que el Sr. Nagaenthran recibió un juicio justo y que el tribunal concluyó que sus acciones fueron «el trabajo de una mente criminal».
“Se descubrió que Nagaenthran había entendido claramente la naturaleza de sus actos, y no perdió su sentido de juicio sobre lo correcto o incorrecto de lo que estaba haciendo”, dijo el ministerio.
Según una declaración jurada presentada por el hermano del Sr. Nagaenthran el año pasado, su estado mental se había deteriorado mientras estaba en prisión, dejándolo desorientado e incapaz de recordar las conversaciones que habían tenido minutos antes.
El Tribunal Superior de Singapur concedió una suspensión en noviembre, pero el Tribunal de Apelación despejó el camino el martes para que procediera la ejecución. Se llevó a cabo la madrugada del miércoles.
Singapur, una nación insular de casi 6 millones de habitantes que tiene algunas de las leyes de narcóticos más duras del mundo, sostiene que la pena de muerte es un impedimento para el contrabando de drogas. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo el lunes que estaba «profundamente preocupado» por el aumento de las ejecuciones en Singapur, y se unió para instar a que se salve a Nagaenthran.
“El uso de la pena de muerte por delitos relacionados con las drogas es incompatible con el derecho internacional de los derechos humanos”, dijo la oficina de derechos humanos.
Con información de 24 Noticas