Los habitantes de la ciudad británica de Rotherham han sufrido frecuentes cortes de electricidad en su zona, no a causa de un fallo en la red eléctrica o una tormenta, sino debido al creciente número de granjas ilegales de cannabis que roban la energía del suministro principal.
Las cultivos de cannabis en interior necesitan calor, luz y humedad artificiales para funcionar correctamente. Y para obtener la energía necesaria para tener funcionando una granja, los cultivadores se roban la electricidad. Esto ha provocado variaciones de tensión y ha provocado que los hogares de la zona se queden sin energía hasta cuatro veces al día, según la policía local.
En un intento de frenar el problema causado por los cultivadores ilegales de cannabis, la policía ha lanzado una ofensiva contra ellos. Los agentes de policía se incautaron 6,797 plantas de cannabis y cerraron 61 granjas en sólo tres meses. Se dice que el valor en la calle de lo incautado asciende a la friolera de 6.8 millones de libras esterlinas algo así como 8.8 millones de dólares. Además, la policía consiguió detener a 25 presuntos cultivadores de cannabis en la ciudad de South Yorkshire, que se cree que está bajo el control de 17 bandas criminales.
In #Rotherham we’re seeing massive successes in our operation to rid the town of cannabis farms.
— South Yorkshire Police (@syptweet) February 4, 2022
Cultivating cannabis has proven links to organised crime, violence and exploitation.
Read our results here: https://t.co/eqxC9wEZxC pic.twitter.com/rsXOCBXqSN