Un hombre preparó un té de “hongos mágicos” e inyectó el brebaje en sus venas; varios días después, terminó en urgencias médicas con el hongo infectando su sangre.
El hombre pasó 22 días en el hospital, ocho de ellos en la unidad de cuidados intensivos, donde recibió tratamiento para la insuficiencia de órganos multisistémicos. El caso se dio a conocer en una publicación del 11 de enero en el Journal of the Academy of Consultation-Liaison Psychiatry.
Según el informe, el hombre inyectó el líquido con la esperanza de aliviar los síntomas de la adicción a los opiáceos y el trastorno bipolar que padece.
Había estado investigando formas de tratar sus síntomas y encontró informes que hablaban de los efectos terapéuticos de microdosificar alucinógenos como el LSD y los hongos de psilocibina.
Al inyectarse hongos en el torrente sanguíneo, el paciente de 30 años esperaba aliviar los síntomas, pero desafotunadamente su experimento le salió mal. Sus familiares notaron que recientemente había dejado de tomar los medicamentos bipolares que le habían recetado y que estaba «pasando de un estado depresivo a otro maníaco».
Ahora que ha sido dado de alta, sigue siendo tratado con un régimen a largo plazo de antibióticos y medicamentos antimicóticos.
El caso no reveló si inyectarse té de hongos puede causar efectos psicoactivos persistentes, como a veces se ve cuando las personas ingieren el hongo por vía oral, escribieron los médicos en el informe.
Según el coautor Curtis McKnight, psiquiatra del St. Joseph’s Hospital and Medical Center en Arizona, este no es el primer caso conocido de alguien que se inyecta hongos en su cuerpo. Durante su investigación, él y sus colegas encontraron un informe de un caso de 1985, en el que se señalaban dos casos similares. Al igual que el caso actual, el caso de 1985 presentaba a un hombre de 30 años que se enfermó con vómitos y otros síntomas después de la inyección, aunque se recuperó rápidamente después de recibir atención médica.
Las investigaciones sugieren que la psilocibina es un tratamiento prometedor para la depresión, la ansiedad y el abuso de sustancias, señalaron los autores, pero sólo si se toma con seguridad. En la mayoría de los estudios de investigación, los científicos administran la sustancia en forma de píldoras, pero en unos pocos casos, los médicos han administrado la psilocibina mediante una inyección intravenosa, según un informe de 2018 publicado en la revista Neuropharmacology. Pero estas inyecciones se administran en dosis estrictamente controladas y bajo supervisión médica, y no contienen ningún hongo; el compuesto psilocibina, por sí solo, no está vivo y no puede crecer en el cuerpo.
El caso «subraya la necesidad de una educación pública permanente sobre los peligros que conlleva el uso de ésta y otras drogas de formas distintas a las prescritas», escribieron los médicos.