La Inteligencia Artificial ha hablado sobre un tema polémico: la eventual legalización del consumo del cannabis.
Y ha dicho, por un lado, que «es ilegal que el gobierno limite las elecciones de consumo de las personas en función del daño que la sustancia podría causarles, especialmente porque el alcohol y la nicotina son legales en la actualidad».
Sin embargo, añade que «la legalización del cannabis aumentará el gasto de salud pública para lidiar con la adicción, la psicosis y otros efectos secundarios de esta droga peligrosa». Y que, tras la pretendida legalización, «comenzaría un proceso de legitimación y legalización de drogas cada vez más peligrosas».
El dictamen forma parte de una demostración del poder de la IA organizado por el equipo de IBM en Israel, que se desarrolló en el Centro de Convenciones de Tel Aviv, abarrotado de gente.
A los asistentes se les pidió que se conectaran con el teléfono móvil a un sitio de Internet y que se pronunciaran sobre la eventual legalización del cannabis, argumentando su razonamiento. Los argumentos debían estar en inglés y tener entre 8 y 36 palabras.
A continuación, un robot inteligente llamado Project Debater reunió los 1.370 argumentos aportados por el público, los analizó y clasificó. En menos de una hora los tradujo a un discurso coherente que reflejó las opiniones a favor y en contra de los asistentes.
En el proceso, el robot reconoció argumentos idénticos expresados con diferentes palabras y detectó los temas subyacentes. También fue capaz de identificar los aspectos clave planteados por el público para conseguir el resultado final: reflejar el argumentario social sobre un tema concreto a partir de puntos de vista diferentes.
Los organizadores informaron que el 76% de los encuestados se manifestó a favor de la legalización, mientras que el 24% se pronunció en contra.
IA humanizada
El proceso, toda una primicia tecnológica, tuvo también episodios reveladores sobre el funcionamiento de la IA.
«Estamos muy entusiasmados por la demostración”, declaró Noam Slonim, investigador principal del Proyecto Debater, a The Times of Israel. «Estábamos muy preocupados ante el hecho de que la gente no presentara argumentos o que el sistema colapsara”.
«Pero todo salió muy bien», añadió, a pesar de que el robot tuvo problemas. Por ejemplo, cuando los encuestados señalaron que la eventual legalización “mataría” al “mercado negro”, el robot se confundió con esos términos, asociándolos a una estafa.
El robot también repitió argumentos innecesarios, lo que según Slonim puso de manifiesto la espontaneidad de la prueba y las “características humanas” de la IA.
Mejorar las decisiones humanas
Según explicaron los organizadores, esta tecnología ha sido diseñada para mejorar las decisiones humanas en temas complejos mediante el procesamiento acelerado de la información.
Esto se puso de manifiesto en la demostración de Tel Aviv, ya que era la primera vez que el robot se enfrentaba a un argumentario que ha procesado en tiempo real, a medida que se iba generando, y no a partir de una base de datos.
Según los organizadores, esta tecnología podría ayudar a las empresas a conocer las opiniones del personal sobre diferentes temas para tomar mejores decisiones, así como a conocer lo que piensan sus clientes sobre sus productos y servicios.
También tendría un valor significativo para la gestión política, ya que permitirá a los agentes institucionales conocer en tiempo real lo que la sociedad está pensando sobre cualquier tema y disponer de información crítica para una decisión consensuada sobre temas de interés social.
IBM ha hecho saber que, aunque todavía no ha elaborado un plan para comercializar esta tecnología, pronto podrá estar a disposición de clientes interesados con la finalidad de conocer mejor sus opiniones y de adaptarla a sus necesidades.