Psilocibina, el compuesto activo de los hongos, está en camino de convertirse en un tratamiento aprobado por la FDA para una variedad de afecciones, incluyendo el TEPT, la depresión y posiblemente incluso los trastornos alimentarios.
Científicos de la Unidad de Investigación de Psicodélicos de la Universidad Johns Hopkins están reclutando activamente participantes para un nuevo ensayo clínico único que descubrirá si la psicoterapia asistida con psilocibina puede ayudar a tratar a las personas que sufren de anorexia nerviosa.
«Este estudio abierto probará los efectos de dos dosis de psilocibina de moderadas a altas administradas en combinación con psicoterapia basada en entrevistas motivacionales», señaló a New Atlas Natalie Gukasyan, becaria de investigación postdoctoral de la Johns Hopkins. «Nuestro objetivo es determinar si la psilocibina puede administrarse con seguridad en un entorno de apoyo a las personas con anorexia nerviosa (AN), y si esta intervención puede producir mejoras en el estado de ánimo, la calidad de vida y los síntomas cognitivos y conductuales del trastorno».
Varios estudios recientes han encontrado que la psicoterapia asistida con psilocibina puede tratar eficazmente los síntomas de la depresión, el TEPT y el trastorno obsesivo-compulsivo. La Unidad de Investigación de Psicodélicos de Hopkins ha estado a la vanguardia de muchos de estos estudios, investigando cómo esta sustancia, que una vez fue calumniada, podría ser usada para ayudar a los pacientes a dejar de beber o para lidiar con la ansiedad relacionada con enfermedades terminales.
El éxito de estos estudios previos ha llevado a Gukasyan a creer que la psilocibina también será un tratamiento efectivo para la anorexia. Un estudio de 2017 encontró que la ayahuasca podía ayudar a las personas que sufrían de trastornos alimenticios, y existe una gran cantidad de evidencia anecdótica de que tanto el LSD como la MDMA pueden ayudar a tratar estas afecciones.
«Buscamos determinar si la psilocibina puede tener efectos similares en quienes sufren de AN», dijo Gukasyan a New Atlas. «La fisiopatología de la AN sigue siendo poco clara, pero algunas pruebas sugieren que el sistema receptor de la serotonina 2A (5-HT2A) puede estar implicado. La acción de la psilocina, el metabolito activo de la psilocibina, está mediada por la estimulación de estos receptores. La AN también comparte paralelismos fenomenológicos con la ansiedad y la adicción, que han demostrado mejorar con intervenciones asistidas por psilocibina».
Actualmente, los investigadores están reclutando participantes para la primera etapa del ensayo, que se espera que tarde dos o tres años en completarse, debido a los desafíos de encontrar sujetos apropiados. Esta fase del ensayo será pequeña, pero si tiene éxito, allanará el camino para una investigación más sólida.
«Si nuestra intervención es efectiva, los próximos pasos serían aclarar aún más el mecanismo por el cual funciona, tal vez con imágenes cerebrales u otras medidas neurocognitivas», dijo Gukasyan. «Los estudios de fase 2 y 3 con muestras más grandes y condiciones controladas por placebo serían necesarios para establecer esto como un tratamiento viable para la AN.»
Al igual que el MDMA, la psilocibina -el compuesto psicoactivo responsable de los efectos alucinógenos de los hongos mágicos- está experimentando actualmente un renacimiento entre la comunidad médica. Tanto la psilocibina como la MDMA están actualmente clasificadas como drogas de la Lista I, una categoría reservada para las drogas adictivas sin uso médico.
Sin embargo, la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) ha concedido a ambos medicamentos el estatus de Terapia de Avance, que permite a los investigadores realizar ensayos clínicos aprobados por el gobierno federal para determinar la seguridad y eficacia de estos nuevos tratamientos. Si estos ensayos son exitosos – como todos lo han sido hasta ahora – es probable que la FDA permita que ambos medicamentos se usen bajo supervisión médica.
Esta nueva ola de investigación sobre el valor terapéutico de los psicodélicos ha llevado a varios grupos de defensa a lanzar medidas de despenalización psicodélica en todo el país. Oakland y Denver ya han despenalizado los hongos, y los activistas están buscando traer el renacimiento psicodélico a todo el mundo.
