Productores estadounidenses temen perder sus cosechas de Cannabis ante la falta de equipos de procesamiento

Los productores estadounidenses de cáñamo temen que este año se pudran US$ 7.500 millones en los campos de los cultivadores ante la falta de equipos de procesamiento.

Este año ha habido un drástico aumento en la superficie de cáñamo sembrada en todo el mundo y, en particular, en los Estados Unidos, desde que se aprobó la Ley Agrícola en 2018.

Para infortunio de los productores, en EEUU hay instalado menos de un 10% del equipamiento que se requiere para procesar cáñamo en aceite de CBD antes de que se eche a perder. Este es un punto crítico para los cultivadores de cáñamo para convertir sus cosechas en dinero.

El CBD (aceite de Cannabis) es uno de los segmentos de productos de consumo de más rápido crecimiento y esto se hace evidente en las aproximadamente 52.000 hectáreas de cáñamo sembradas en 2019 solamente. Se trata de un aumento del 300% respecto del año anterior, y cada hectárea de cáñamo puede producir alrededor de 186 kg de aceite de CBD a un valor de mercado de aproximadamente US$ 66.000. Esa misma hectárea de cáñamo usada para productos de fibra solo rinde US$ 850.

Los bancos tienen miedo de que los penalicen por apoyar a cualquiera que tenga la palabra “cannabis” en su cadena de suministro y, como el cáñamo es una forma de cannabis, no quieren dar préstamos para equipos de procesamiento.

“El CBD derivado del cáñamo es una nueva industria de inmenso crecimiento para los Estados Unidos, pero, este año, el primer año totalmente legal del sector, será una pesadilla para muchos. Los bancos grandes huyeron despavoridos y no quisieron apoyar inversiones en infraestructura porque oyeron la palabra ‘cannabis’, aunque el cáñamo es totalmente legal a nivel federal. Con una capacidad de procesamiento tan pequeña en los Estados Unidos, es probable que hasta el 90% de lo sembrado se pudra en los campos cuando llegue el mes de cosecha. Eso podría significar una pérdida de hasta US$ 7.500 millones”, explicó Roger Cockroft, director ejecutivo de Delta Separations.

Con Información de Infocampo