Jerry Martin es un adicto rehabilitado que lleva 15 años limpio. Su hermano es uno de los miles de residentes de la Columbia Británica, que han fallecido a causa de la toxicidad de drogas ilícitas desde que la crisis de sobredosis de 2016 fue declarada emergencia de salud pública en Canadá
Abrir un establecimiento físico es una de las formas en que Martin cree que se puede avanzar para proporcionar a la gente un suministro seguro y controlado de drogas como la heroína, la metanfetamina, la cocaína y el MDMA, en medio de un número récord de muertes por sustancias contaminadas.
«Muchas de estas personas se arriesgan cada día para conseguir su medicación cuando no está limpia ni es segura, o acaban en situaciones peligrosas», afirma Martin.
«Hay muchos depredadores que consiguen que las chicas hagan cosas por sus drogas, tengan o no dinero. Creo que no es muy conveniente para nadie, así que pueden venir aquí y no tener que preocuparse de nada», continuó.
Su objetivo es abrir una tienda en cuanto entre en vigor la nueva política de despenalización de drogas de la provincia, el 31 de enero. El programa piloto de tres años de BC, el primero de Canadá, permitirá a los adultos poseer pequeñas cantidades de droga para uso personal.
Su plan de negocio, dice así: «La Tienda de Drogas proporcionará a los clientes un acceso fiable a drogas seguras probadas, suministros para la reducción de daños, como agujas estériles sin usar, pipas, etc., e información educativa».
A pesar de la despenalización de este tipo de drogas, la venta de sustancias duras como la heroína seguirá siendo ilegal, lo que significa que la tienda de Martin infringirá la ley.
Sin embargo, la policía de Vancouver ya había permitido anteriormente que las tiendas vendieran cannabis cuando hacerlo también era ilegal, argumentando entonces que los agentes tenían «otras prioridades».
Martin, que en una ocasión fue juzgado por dirigir supuestamente un dispensario ilegal de cannabis, declaró que presentaría una demanda judicial en caso de ser detenido, defendiendo la venta de drogas duras en virtud de la Carta de Derechos y Libertades de Canadá.
Martin, adicto reformado de 51 años, agregó: «A la gente de ahí fuera que piensa que es una mala idea, hay que mirarlo desde el punto de vista del consumidor y de la familia de ese consumidor».
Su abogado, Paul Lewin, también describió Vancouver como una zona «muy progresista» del país.
«La gente muere. Así que es un problema enorme y un suministro seguro lo solucionaría», añadió Lewin.
Más de 1,827 personas murieron por consumo de drogas ilícitas en los 10 primeros meses de 2022, según el último informe del Servicio Forense de Columbia Británica.
El Ministerio de Salud Mental y Adicciones de la Columbia Británica advirtió de que la despenalización de las personas que consumen drogas no es lo mismo que la legalización.
«El proyecto del Sr. Martin no entra en el ámbito de la despenalización», declaró el ministerio en un comunicado.
«La venta (o el tráfico) de sustancias controladas sigue siendo ilegal».
El ministerio añadió que la policía mantendrá la capacidad de hacer cumplir las leyes sobre tráfico de drogas después del 31 de enero.
