Julie Miller, de 40 años, se presentó en la Oficina de Libertad Condicional del condado de Bell en Pineville, Kentucky, para un chequeo regular de la libertad condicional. El oficial de libertad condicional de Miller le pidió que proporcionara una muestra de orina para asegurarse de que estaba sobria, como parte de los términos de su libertad condicional.
Según un comunicado de prensa del Departamento de Policía de Pineville, Miller intentó introducir a escondidas una botella de orina de perro en el baño, con la esperanza de usarla para superar la prueba. Miller terminó admitiendo a la policía que trajo la orina canina con ella porque sabía que no pasaría la prueba de drogas. Admitió haber usado metanfetamina y Suboxone, un medicamento opiáceo recetado que se abusa regularmente.
El comunicado de prensa no menciona si Miller fue sorprendida con el pis del perro, o si simplemente admitió el crimen después de darse cuenta de la inutilidad de su plan. Al final, no importó si Miller pudo o no haber tenido éxito en hacer pasar el pis de su perro como suyo. Una prueba de análisis de orina puede identificar fácilmente si la orina es de origen humano o animal.
Miller fue arrestada en el acto y acusada de alterar la evidencia física. La desafortunada mujer también recibió una violación de la libertad condicional por no pasar la prueba de drogas, y una orden de arresto por tráfico de una sustancia controlada.
