El mercado del cannabis medicinal puede llegar hasta los 5,000 mdd en México, y HempMeds busca conquistarlo desde el norte.
El 20 de junio pasado se publicó el decreto para la legalización del consumo médico de la marihuana en México. Sin embargo, será hasta final de año, por mucho, cuando se conozca la reglamentación para sobre los lugares donde podrá obtenerse o quién la producirá.
Un reto que algunos han comenzado a asumir, como la empresa HempMeds México, subsidiaria de la compañía estadounidense Medical Marijuana Inc., que busca convertir al país en potencia en investigación y desarrollo de marihuana medicinal.
El primer logró de HempMeds fue en octubre de 2016, cuando recibió el permiso de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). Logró comercializar su aceite de cáñamo con cannabidiol (CBD), para el tratamiento de problemas neurodegenerativos relacionados con la diabetes en una paciente de 52 años.
Pero es hasta ahora que la empresa apuesta a tener su principal base en Monterrey, Nuevo León, bajo el liderazgo de Raúl Elizalde, quien con la fundación Por Grace, impulsó la aprobación de reformas para permitir el uso de cannabis medicinal en México.
«Estamos apostando que Monterrey se convierta en una cuna del cannabis medicinal en México. Tenemos todos los recursos en el estado de Nuevo León para poder hacerlo; aunque no hemos tenido acercamiento con el gobierno estatal», dijo Elizalde, presidente de HempMeds México, en entrevista con el HuffPost.
La apuesta no es poca.
Solo en el estado de California, EU, la marihuana recreativa representa un mercado de entre 5 mil y 7 mil millones de dólares (mdd) anuales. En Colorado, se recaudan 150 mdd en impuestos y da empleo a unas 200 mil personas, de acuerdo con Stuart Titus, director ejecutivo de Medical Marijuana Inc.
En México, representaría un mercado entre 2 mil a 5 mil millones de dólares, según cifras conservadoras.
«Queremos desde México abarcar desde la Patagonia a Estados Unidos, que en México podamos desarrollar medicamentos, registrarlos y vender a toda Latinoamérica», djo Elizalde.
A la par de Israel
La Cámara de Diputados aprobó en abril el uso y la investigación científica de la marihuana medicinal. HempMeds México, en su primera etapa, iniciará los estudios este julio.
«Cuando me decían ‘Israel es una potencia en investigación científica en cannabinoides, me daba coraje porque yo conozco a los médicos, investigadores mexicanos, ¿por qué no nos convertimos en una potencia en México?».
Uno de ellos es el doctor Carlos Aguirre, neuropediatra, que ya trabaja con la empresa y con la fundación Por Grace. A decir del médico, los campos de estudio son amplios: en enfermedades como epilepsia infantil, neuropatía diabética, esclerosis tuberosa, dolor crónico como la fibromialgia, el dolor por cáncer, artritis reumatoide, lumbalgia, migraña…
«Algunos padecimientos (como la migraña), no son tan graves pero pueden ser incapacitantes, afectan casi al 10% de la población en México. Dar una nueva opción de tratamiento efectivo es de alto impacto por el número de pacientes», explicó Aguirre.
Otro es el doctor Saúl Garza Morales, quien realizó estudios con 38 pacientes de Lennox-Gastaut, con un producto libre de Tetrahidrocannabinol (THC, principal constituyente psicoactivo del cannabis) y solo con cannabidiol (CBD), con una eficacia del 80%, agregó Elizalde.
El sueño: llegar a las farmacias
A diferencia de Estados Unidos donde consiguen la marihuana medicinal o recreativa en dispensarios, en México eso no será posible por las reglas de la Secretaría de Salud y de la Cofepris. Esta última otorga las autorizaciones especiales para la importación de ciertos productos, como el aceite de cannabidiol.
«La regulación que esperamos es para la producción y desarrollo. Tenemos más de 100 productos, desde belleza a alimenticios (semillas y aceite de cáñamo) sin THC, que podríamos importarlos de manera inmediata». Pero los que tienen THC, medicamentos, podrían estar en el mercado a finales de 2018, estimó Elizalde.
¿Costos?
Importar cannabidol tiene un costo aproximado 6,000 pesos por botella, pero una vez que se inicie la producción nacional, estos se reducirán.
«La empresa planea tener productos desde 300 pesos hasta los premium de 6,500. La empresa está comprometida con los pacientes y buscará el mecanismo para ayudarlos», dijo Elizalde.
Es ahí donde la fundación Por Grace seguirá teniendo un papel fundamental, ahora con Mayela Benavides.
La fundación seguirá buscando reuniones con las autoridades de salud del país para brindar asesoría para familias que necesitan de estos tratamientos de cannabis terapéutico, además de pláticas con médicos para concientizarlos sobre sus beneficios.
Fuente Huffington Post