Mike Tyson quiere hablar con el Papa Francisco de los beneficios del cannabis

La vida de Mike Tyson atraviesa una nueva etapa. El niño que creció «en un barrio infame» como él mismo define, en el que convivió con la pobreza, la delincuencia, el crimen y las drogas. El joven que con 20 años, 4 meses y 22 días se convirtió en noviembre de 1986 en el campeón mundial más joven de la historia al quedarse con el cinturón del Consejo tras un fulminante nocaut sobre el jamaiquino Trevor Berbick. El que estuvo en la cárcel, culpable de violación a Desiree Washington, de 18 años. El que volvió a salir, a pelear y también nuevamente a prisión. El mismo Mike Tyson que ahora le dedica su vida al cannabis.

«He estado en Italia varias veces, incluso en el Vaticano, pero nunca he conocido al Papa. Me gustaría conocer a Francisco, creo que sería fantástico porque veo cuánto está luchando para mejorar el mundo. Y sería una buena oportunidad para hablar sobre el cannabis también con el Papa», lanzó el ex boxeador en una entrevista con La Gazzetta dello Sport.

«Es para fines terapéuticos, quiero ayudar a quienes sufren y no tienen acceso a atención médica. Decidí abrir un rancho en California porque el CDB es el futuro. El CDB estará en todo, en el café, en nuestra comida, en la comida para perros, y nos hará mejores personas. Es casi como el guacamole. Lo venden en todas partes: es una carrera por el oro casi como el petróleo», agregó.

Pero ahora, el ex boxeador pretende abrir un área de 170 hectáreas en el desierto de Hot Springs (sur de California) dedicado a la marihuana.

El espacio incluirá atracciones turísticas, un hotel de lujo, un «río lento» y un anfiteatro para festivales de música y conciertos.