¿POR QUÉ LA MARIHUANA ACTUAL ES MÁS POTENTE QUE LA DE HACE UNAS DÉCADAS?

Aquellos fardos de marihuana prensada, sin madurar ni seleccionar y llena de semillas han sido sustituidos por sinsemilla de gran calidad cultivada con todo lujo de detalles. ¿Qué ha cambiado en los últimos 30-50 años?

COLOCADOS, PERO NO TANTO

Recientemente, tras una sesión de ojos rojos como tomates con un amigo. Gracias a una índica purple brutal. Surgieron algunas preguntas. Y seguirán surgiendo.

«Tune in, turn on, drop out» era el lema de una generación de fumetas de los años setenta. Pero, ¿cómo de fumados y conectados estaban? ¿Cómo de colocados estaban realmente los hippies de los sesenta y setenta? ¿Cómo de violeta era la Purple Haze de Jimi Hendrix?

Muestras analizadas por el NCNPR (Centro Natural para la Investigación de Proyectos Naturales) de la Universidad de Mississippi extraídas de restos históricos de esa época resultaron ser entre un 57 y un 67% menos potentes que en la actualidad. En este caso la potencia se mide por la concentración de sustancias psicoactivas presentes.

Un 5% de THC no es comparable a la hierba típica en la actualidad, en la que es habitual encontrar una concentración de un 18%. Si esto es bueno o malo todavía está por ver, es un experimento psico-social que está teniendo lugar ante nuestros ojos.

HISTORIA

Flores de marihuana sinsemilla, así como semillas de cannabis se han encontrado entre los restos fosilizados de culturas de todas partes del mundo. En ocasiones, dichos restos tienen miles de años de antigüedad.

El ser humano ha tenido una larga relación con la planta de marihuana. Los cultivadores de cannabis contemporáneos han redescubierto la sabiduría popular, manipulando las plantas para adaptarlas a diferentes finalidades. Terapéuticas, recreativas, enteogénicas y comerciales.

En la era de la prohibición, en los países occidentales la marihuana solía ser importada. Normalmente en forma de bloques de plantas arrancadas indiscriminadamente y comprimidas, o hachís concentrado. En general, las únicas sinsemillas procedían de hembras no fecundadas. Los machos no se descartaban y las plantas solían cosecharse muy temprano comparado con los estándares actuales.

En Norteamérica se consumía producto importado principalmente de Colombia y México. Australia recibía sativas indonesias y tailandesas. El Reino Unido y Europa eran territorios de hachís, importado fundamentalmente de Marruecos.

Este cannabis no tenía nada que ver con el sinsemilla bien madurado que hay en el mercado actual. Por la misma razón, el hash y las resinas tampoco tenían mucho contenido de psicoactivos.

POTENCIA Y DISPONIBILIDAD

Realmente, lo que ha cambiado es el acceso a hierba de gran calidad. Para situarnos en contexto, debemos considerar una serie de factores que han hecho que la marihuana actual sea más potente.

Si proporcionásemos las técnicas de cultivo actuales a algún fumeta de los años sesenta, sería capaz de producir maría de la mejor calidad a partir de su bolsa de semillas traída de Colombia.

En la década de los 70, ya existía la Neville’s Haze, una cepa cercana a una variedad autóctona. Las Skunk y Kush llevan en escena desde mediados de los 80. Hasta la fecha, estas variedades son algunas de las familias genéticas claves en el cannabis moderno.

El cultivo de interior con iluminación de alta descarga no ha dejado de crecer desde mediados de los 80. Pensemos en Jorge Cervantes alrededor de 1986 o la revolución de Amsterdam.

La buena hierba siempre estuvo presente, pero sólo como un producto exclusivo. Jamás en una escala para satisfacer la demanda global. El cultivo sinsemilla era un secreto que se guardaba en familia. Los macarras del barrio sólo conseguían producto cutre cultivado en el campo.

Pero a principios de los 90, el público ya tenía un paladar más educado y demandaba sinsemilla de gran calidad. Poco a poco el mundo mejoró sus habilidades de cultivo.

No hubo ningún avance revolucionario. Ocurrieron una serie de cosas simultáneamente durante estas décadas, un bucle de retroalimentación. Hoy en día, los aficionados al cannabis pueden disfrutar la mejor marihuana que haya existido jamás.

¿Qué cambió en los últimos 50 años?

BOOM DEL CULTIVO DE INTERIOR

El auge comenzó realmente a mediados de los ochenta, cuando se hicieron populares los sistemas hidropónicos clandestinos.
A partir de finales de esa década se desató la locura por cultivar tu propia marihuana en interior a nivel global. Las instalaciones de indoor se fueron haciendo más asequibles y al alcance de cualquiera.

Con la llegada del cultivo de interior con luces de alta descarga vino también la atención al detalle.

Las plantas sinsemilla sin estar sometidas a los caprichos de la naturaleza y controladas a todos los niveles, revelaron aspectos de la maduración del cannabis desconocidas hasta entonces en Occidente.

Una vez redescubierta la sabiduría popular, se trasladó al cultivo de exterior, donde se prologaron los períodos de floración. Se producía resina como nunca se había visto anteriormente.

INFORMACIÓN, CONOCIMIENTOS Y TECNOLOGÍA

La explosión de Internet, especialmente desde 2.000, provocó una revolución del intercambio de información. Vídeos tutoriales al nivel más avanzado, hechos por cultivadores muy experimentados, casi eminencias, están al alcance de un clic de ratón. Ahora se pueden adquirir a domicilio semillas de gran calidad, instalaciones de cultivo avanzadas o nutrientes de nueva generación.

Los países que dejaron a un lado las anticuadas leyes prohibicionistas lideran ahora el cultivo de cannabis. Las explotaciones de marihuana proporcionan condiciones óptimas para que la planta pueda desarrollar su verdadero potencial de crecimiento y producción de resina.
Todo el mundo, en interior o exterior, está cosechando hierba de la mejor calidad.

SOFISTICACIÓN Y EVOLUCIÓN GENÉTICA

En interior se pueden conseguir cuatro o incluso cinco cosechas al año. Por lo tanto, los cultivadores pueden llevar a cabo programas de cría muy complejos. Permite por ejemplo, acortar el plazo de tiempo que lleva estabilizar una nueva cepa de marihuana. Lo que se tardaría cinco años en conseguir al aire libre, se puede hacer en un año en interior.

No sería exagerado decir que algunas de las variedades que disfrutamos en la actualidad no se conservarían durante otros cuarenta años si sólo existiese el cultivo en exterior. Una cepa mutada aleatoriamente como la Cheese, seguramente hubiera pasado desapercibida en una plantación de exterior.

CAZADORES DE CEPAS PROFESIONALES

Donde existen razas autóctonas de marihuana, han llegado ya intrépidos criadores de cannabis para encontrar los ejemplares más bonitos, con mejor olor y de crecimiento más robusto. Luego se reproducen y cultivan usando técnicas modernas, para finalmente ser lanzadas al mercado como nuevas cepas.

MADUREZ

La definición de lo que es una flor de marihuana madurada correctamente ha cambiado significativamente cuando los consumidores más informados comenzaron a exigir hierba de mejor calidad. Ciertos cultivadores aficionados clandestinos estaban más que dispuestos a satisfacer sus necesidades.

Ya no volverán aquellos tiempos en los que fardos de un kilogramo, con hierba salvaje, seca, comprimida y de genes desconocidos, llegaban a Estados Unidos desde México en los bajos fondos de una furgoneta.

Hoy en día, en el mundo existe una variedad apabullante de marihuanas y extractos de cannabis recreativos y farmacéuticos prácticamente a medida.

Lo que está claro es que la frase «demasiada semilla y tallo» nunca ha salido de boca de ningún consumidor de marihuana desde los años noventa.

Fuente Royal Queen Seeds