La legalización de la marihuana recreativa tiene una duda pendiente por resolver que está rompiendo la cabeza de los sectores productivos en países donde se ha despenalizado: ¿qué hacemos con la presencia de marihuana en el trabajo?
La marihuana recreativa, o lúdica, está permitida en todo Canadá, en al menos 10 entidades de Estados Unidos y próximamente en todo México después de que a mediados de febrero la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró «inconstitucional» su prohibición.
De manera general, las leyes permiten a personas mayores de edad –cada país define esa edad— la compra, posesión, plantación y uso de cierta cantidad de marihuana para uso personal. Exceder las cantidades máximas fijadas por la autoridad llevaría a pensar que el almacenamiento de las drogas es para fines de tráfico y eso sí conllevaría a un delito.
También, de manera general, la marihuana con fines recreativos tiene límites: no puede usarse mientras se conduce un automóvil, no puede usarse en áreas públicas cercanas a escuelas u hospitales y no puede consumirse en propiedades privadas como hoteles o restaurantes.
El problema aparece cuando las empresas necesitan saber si uno de sus empleados está drogado mientras trabaja, ya sea porque tiene un comportamiento distinto al usual o porque el empleador pertenece a un sector que requiere hacer exámenes de drogas de manera aleatoria, como la policía o una empresa de transporte de carga.
A diferencia del alcohol y el examen de alcoholemia que sí indica en tiempo real que alguien está ebrio, un resultado positivo en un examen de marihuana no necesariamente revelará que alguien está bajo la influencia del THC o tetrahydrocannabibol, el activo ingrediente de la mariahuana que influye en ciertas áreas del cerebro como memoria, coordinación y percepción.
La marihuana puede ser consumida, comida o fumada, dos o tres días antes, y la persona ya no estaría bajo ninguna influencia externa, y el análisis de drogas aún daría positivo.
James E. Baiers, abogado general de la empresa Trion Solutions Inc., que maneja las contrataciones y despidos de más de 150 empresas en Michigan –donde la marihuana recreativa es legal—y 450 compañías a lo largo de Estados Unidos es tajante al respecto.
«Aún no sabemos qué hacer con esto. Claramente, la ley le permite consumir marihuana en su casa, digamos, un viernes por la noche. Y el lunes, al hacer un examen de drogas, dará positivo, pero él ya no está drogado. O sí. Tal vez. No lo sabemos con certeza, ¿qué hacemos en esa circunstancia?».
El vacío legal ha provocado de organizaciones a favor de los derechos de los consumidores de marihuana comiencen a buscar alternativas y soluciones que protejan, al mismo tiempo, el derecho de los empleados a usar marihuana de acuerdo con las reglas de la ley y el derecho de las compañías a tener un ambiente libre de drogas.
«Si no resolvemos pronto estas cuestiones, es muy probable que dentro de poco tengamos una ola de casos de despidos injustificados. O que los exámenes ‘aleatorios’ de drogas en realidad sean usados para despedir injustificadamente a empleados que, por ejemplo, hayan denunciado corrupción en la empresa o acoso. Eso sería muy grave», lamentó Damon Shane, integrante del colectivo Marijuana Speaking.