Es bien sabido que pasar tiempo en la naturaleza puede mejorar la salud física y mental. Ahora, hay evidencia que apoya la afirmación de que los psicodélicos pueden impulsar estos resultados positivos aún más.
Las personas que usan hongos psilocibios a menudo afirman que estos psicodélicos los acercan más a la naturaleza. ¿Pero estas afirmaciones tienen alguna base objetiva? De acuerdo con un nuevo estudio publicado en el International Journal of Environmental Research and Public Health, la respuesta es sí.
Los investigadores del Centro de Investigación Psicodélica del Imperial College London recopilaron datos sobre 654 sujetos que completaron una encuesta en línea entre marzo y noviembre de 2017. El estudio pidió a los participantes que completaran una variedad de encuestas psicológicas tanto antes como después de tomar una droga psicodélica de su elección. Estas encuestas evaluaron el bienestar psicológico de los encuestados, así como sus sentimientos de conexión con la naturaleza.
Los sujetos fueron sometidos a pruebas de seguimiento dos semanas, cuatro semanas y dos años después del viaje psicodélico inicial. Después de un análisis estadístico de los datos, los investigadores encontraron que en cada intervalo de tiempo, «la relación con la naturaleza se incrementó significativamente» después de una experiencia psicodélica. Los investigadores también encontraron «una asociación positiva significativa… entre los cambios en la relación con la naturaleza y los cambios en el bienestar psicológico».
«Parece haber una creciente desconexión entre los humanos y sus entornos naturales que se ha relacionado con una mala salud mental y la destrucción ecológica», explica el estudio. «Investigaciones anteriores sugieren que los niveles individuales de relación con la naturaleza pueden incrementarse a través del uso de compuestos psicodélicos clásicos, aunque todavía no se ha establecido un vínculo causal entre el uso de psicodélicos y la relación con la naturaleza».
El estudio cita investigaciones anteriores que relacionan muchas enfermedades mentales, incluyendo la depresión, el TEPT y los trastornos alimentarios, con «sentimientos de desconexión psicológica o social». Los autores también señalan que «existe un cuerpo sustancial de literatura que vincula la relación de la naturaleza con la salud psicológica y el bienestar». Estudios previos han encontrado que los individuos con altos niveles de relación con la naturaleza tienden a recibir más resultados positivos de pasar tiempo al aire libre que aquellos que se sienten menos conectados con la naturaleza.
«El aumento observado en la relación con la naturaleza después del uso de psicodélicos se correlacionó con aumentos concomitantes en el bienestar psicológico y permaneció significativamente elevado dos años después de la experiencia psicodélica», concluye el estudio. «Estos hallazgos apuntan al potencial de los psicodélicos para inducir cambios positivos duraderos en la forma en que los humanos se relacionan con sus ambientes naturales».
El aumento de los sentimientos de conexión puede ayudar a explicar cómo los psicodélicos pueden proporcionar alivio a las personas que sufren una variedad de enfermedades mentales. Investigaciones recientes han descubierto que la psilocibina, el ingrediente activo de los hongos, puede tratar la ansiedad, la depresión, los trastornos alimentarios o incluso hacer que los cerebros de las personas en coma se pongan en marcha. Actualmente, los organismos federales de salud en los Estados Unidos, están llevando a cabo ensayos que también podrían conducir a la legalización de la psilocibina o de la terapia asistida por la MDMA, y ya han aprobado un nuevo tratamiento para la depresión derivado de la ketamina disociativa.
