Para entender por qué Bruce Linton fue despedido como jefe de Canopy Growth, es necesario analizar la conferencia telefónica sobre ganancias del mes pasado.
Linton estaba a la defensiva desde que inició la llamada, luego de informar sobre cifras que no alcanzaron las estimaciones. Le dijo a los analistas que se necesita tiempo para obtener ganancias cuando se dirige la mayor compañía de cannabis del mundo.
«Podríamos habernos quedado allí y habríamos sido una pequeña y ordenada compañía, probablemente bastante rentable», dijo, refiriéndose a los días antes de que Canopy atrajera la inversión de 4,000 millones de dólares de la gigante del alcohol Constellation Brands que lo cambió todo. «Se necesita ese capital para ganar tamaño, y lo hicimos».
En busca de beneficios
En la misma llamada, el director financiero interino, Mike Lee, quien se unió a Canopy desde Constellation en mayo, usó un tono diferente. «A pesar de nuestro éxito, debemos continuar desafiándonos a nosotros mismos como compañía para desarrollarlo», dijo Lee, y agregó que se estaba enfocando en mejorar los márgenes y lograr que las operaciones canadienses de Canopy alcancen la rentabilidad.
Esos puntos de vista opuestos en el camino hacia las ganancias ayudan a explicar por qué Linton fue expulsado inesperadamente el miércoles, menos de un año después de que Constellation hiciera su inversión de 4,000 millones de dólares. Su partida es el último ejemplo de la creciente presión que enfrentan las compañías de marihuana para hacer más que promocionarse y aumentar el precio de sus acciones. Tienen que empezar a pensar en ganar dinero.
«Hubo una desalineación entre la junta directiva de Canopy Growth y Bruce, y obviamente eso alcanzó un punto en el que la junta sintió que no podía continuar», dijo por teléfono Mark Zekulin, codirector ejecutivo con Linton que se convirtió en el único director ejecutivo con su destitución.
La rentabilidad, cada vez más importante
La partida de Linton es «sorprendente pero no escandalosa» y representa una maduración más amplia de la industria del cannabis, asegura el banquero de inversión Neil Selfe, fundador y director ejecutivo de Infor Financial Group, quien ha dirigido varias rondas de recaudación de fondos para Canopy y conoce a Linton desde mediados de la década de 1990.
«Los inversionistas están empezando a centrarse en las métricas de la rentabilidad real y el flujo de efectivo en lugar de los ingresos previstos», dijo Selfe en una entrevista telefónica. «No hay duda de que a medida que la industria madura, se requiere un conjunto de habilidades diferente. Algunos directores ejecutivos lo tienen, otros no».
La elección de Constellation
Si bien Selfe cree que Linton tenía lo necesario para guiar a Canopy a la rentabilidad, «es una evolución natural para Constellation querer atraer a alguien de su elección», asegura. Constellation posee poco menos de 40% de Canopy y tiene la mayoría de sus asientos en la junta. Los inversionistas tomaron el despido con calma. Después de caer hasta 5% en las operaciones iniciales, las acciones cerraron 2.5% más altas en Nueva York, con lo que el valor de mercado de Canopy se eleva a 14,100 millones de dólares.
Canopy, fundada en 2013, no es la primera gran empresa de cannabis en reemplazar a sus fundadores por un liderazgo más experimentado. El exdirector ejecutivo de Aphria, Vic Neufeld, fue reemplazado por el fundador de Hain Celestial Group, Irwin Simon, después de que las acusaciones de ventas cortas sacudieran la compañía. CannTrust Holdings y Organigram Holdings también han reemplazado a sus directores ejecutivos originales. Con poco acceso a los mercados de deuda y un flujo de efectivo limitado, muchas compañías de marihuana salieron a la bolsa mucho antes que otros emprendimientos, ya que necesitaban las acciones como moneda para hacer negocios y crecer.
La salida de Linton «es un símbolo de una transición para la industria, desde sus inicios como emprendimientos hasta su oportunidad actual de convertirse en una importante industria de bienes de consumo», asegura Charles Taerk, director ejecutivo de Faircourt Asset Management, que administra Ninepoint Alternative Health Fund, enfocado en el cannabis y que ha tenido acciones de Canopy por aproximadamente dos años.
Los últimos resultados trimestrales fueron «la gota que derramó la copa», especialmente ahora que otras compañías en la industria como Organigram han demostrado que pueden ser rentables, asegura Taerk. «Ahora los inversionistas están empezando a juzgar a las empresas de manera un poco diferente».
Retornos visibles
Canopy perdió 98 millones de dólares canadienses antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización en su cuarto trimestre fiscal. También informó un margen bruto ajustado de 16%, en comparación con 43% en el primer trimestre. Zekulin dice que no planea quedarse después de que se encuentre el reemplazo de Linton. «Creo que es hora de abrir la tienda de par en par. Habrá grandes candidatos internos y habrá grandes candidatos externos», asegura. «Estoy comprometido a quedarme el tiempo suficiente para asegurarme de que todo vaya bien y que tengamos una transición sin problemas».
Es probable que Linton no sea el último director ejecutivo de cannabis expulsado por los accionistas cada vez más impacientes, afirma Greg Taylor, director de inversiones de Purpose Investments y gerente de Purpose Marijuana Opportunities Fund, que tiene acciones de Canopy. «Es una industria de productos de consumo al final del día y hemos tenido muchos tipos que realmente han promovido estas acciones cuando dirigen estas compañías», dice Taylor. «Muchos de los directores ahora van a estar presionados para entregar cifras o enfrentarse a algo similar».
Linton, de 52 años, fue la cara de Canopy y posiblemente de la industria mundial del cannabis, y participó en conferencias y eventos que van desde el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, hasta CAGNY, la reunión anual de la industria de alimentos y bebidas en Boca Ratón, Florida.
Incluso con el despido apresurado, Linton no tiene planes de caer. Se hace a un lado con acciones de Canopy por un valor de más de 700 millones de dólares y espera trabajar en algunas empresas de tecnología y posiblemente en compañías de cannabis fuera de Canadá. «No planeo jubilarme hoy», dijo en una entrevista con BNN Bloomberg TV. «Sospecho que si quisiera ser presidente o director ejecutivo de una variedad de compañías en todo el mundo, hay muchas personas interesadas».