Londinenses Gastan Cerca De 1,500 Millones De Libras Al Año En Marihuana Ilegal Con Fines Médicos

Según un estudio realizado por Sapphire Medical Clinics, los londinenses gastan 1,450 millones de libras al año en cannabis ilegal para tratar afecciones como el dolor crónico. El estudio muestra que uno de cada diez (11%) londinenses con dolencias diagnosticadas recurre al cannabis de forma ilegal, a pesar de que el NHS dispone de medicamentos con cannabis para determinadas dolencias. Actualmente, sólo hay tres afecciones aceptadas por el NHS para la prescripción de cannabis: los espasmos musculares causados por la esclerosis múltiple, las náuseas provocadas por tratamientos relacionados con el cáncer y la epilepsia grave.

La clínica con sede en Harley Street entrevistó a 10,684 adultos residentes en Londres, de los cuales alrededor de la mitad (48%) tenía una enfermedad diagnosticada. El gasto medio mensual en cannabis ilegal entre los que padecían una enfermedad era de 216,74 libras. Además, más de una cuarta parte (27%) de los encuestados desconocía que el cannabis medicinal puede recetarse en el Reino Unido a los pacientes que reúnan los requisitos necesarios, mientras que un tercio (35%) creía que sería difícil acceder a él.

Cabe destacar que los médicos en Inglaterra están autorizados para recetar cannabis medicinal a pacientes elegibles desde noviembre de 2018, sin embargo, el estudio encontró que casi la mitad de los londinenses (47%) desconocían ese cambio en la ley. Los pacientes pueden ser derivados a un especialista por su médico de cabecera. Los tratamientos con cannabis en el NHS solo pueden ser aprobados por consultores, no por médicos de familia.

En el Reino Unido hay alrededor de 15.5 millones de personas con dolor crónico y 3.2 millones con trastornos de ansiedad, siendo estas las dos afecciones más comunes para las que se prescribe cannabis medicinal en el país. El doctor Mikael Sodergren, cofundador de Sapphire Medical Clinics, señaló la enorme falta de concienciación existente en el Reino Unido tanto entre los pacientes como entre la comunidad sanitaria, dado que muchos británicos que sufren dolores crónicos ya han optado por obtener cannabis de forma privada tras tener dificultades para conseguir una receta a través del NHS.