Investigadores descubrieron una sustancia química natural del cerebro que puede reducir la ansiedad al actuar sobre los receptores endocannabinoides del cerebro, lo que puede proporcionar algunas respuestas sobre cómo la marihuana ayuda a reducir la ansiedad.
El cannabis es conocido por su capacidad de ayudar a las personas a calmarse después de un día estresante. Pero, hasta ahora, los investigadores no han descubierto una explicación biológica de por qué sucede esto.
Un nuevo estudio de investigación, recientemente publicado en la revista Neuron, finalmente arrojó algo de luz sobre cómo el cannabis ayuda al cerebro a combatir un ataque de ansiedad. Este estudio se basa en investigaciones anteriores que destacan una «superautopista de la ansiedad» en el cerebro que los científicos creen que podría ser responsable de los trastornos y ataques de ansiedad.
Esta «superautopista» conecta la amígdala, la parte del cerebro responsable de procesar las emociones, con la corteza prefrontal, que está a cargo de la toma de decisiones, el control de los impulsos y el comportamiento social. Cuando una persona (o un animal) se expone al estrés, estas dos áreas se conectan entre sí, produciendo neuroquímicos que excitan el cerebro, haciendo que los niveles de ansiedad aumenten.
«El circuito entre la amígdala y la corteza frontal ha demostrado ser más fuerte en individuos con ciertos tipos de trastornos de ansiedad», dijo Sachin Patel, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Vanderbilt, a Inverse. «A medida que las personas o los animales se exponen al estrés y se ponen más ansiosos, estas dos áreas del cerebro se pegan entre sí y su actividad se fortalece».
Sin embargo, el cerebro también produce algo que puede romper este pegamento. Los investigadores descubrieron que una molécula llamada 2-AG puede interrumpir la producción de neuroquímicos a lo largo de esta vía, causando el colapso de los niveles de ansiedad. El estudio actual ha identificado que el 2-AG funciona activando los receptores endocannabinoides en el cerebro – los mismos receptores que se activan cuando una persona consume cannabis.
En el estudio, Patel y sus colegas expusieron a los ratones a un estrés agudo durante 24 horas y luego los pusieron en un laberinto. Mientras los ratones corrían por el laberinto, los investigadores midieron sus niveles de ansiedad y sus funciones cerebrales. Bajo circunstancias normales, el 2-AG amortigua la comunicación entre la amígdala y la corteza prefrontal, regulando la ansiedad. Pero después de ser expuesto al estrés, el 2-AG parecía romperse, y el camino entre estas dos partes del cerebro se fortaleció, aumentando la ansiedad.
Patel espera que esta investigación conduzca eventualmente a un nuevo medicamento que pueda imitar al 2-AG, utilizando los receptores endocannabinoides del cuerpo para detener la construcción de la ansiedad. «Si se demuestra su eficacia, este tipo de medicamento se tomaría para causar una elevación continua en los niveles de 2-AG en el cerebro», dijo Patel a Inverse. Pero antes de que este medicamento pueda ser desarrollado, se debe realizar más investigación.
«Aún no sabemos cómo la elevación de los niveles de 2-AG afectará a los humanos con trastornos relacionados con el estrés, como el TEPT, y si la señalización de 2-AG se ve comprometida en los pacientes de TEPT u otros trastornos de ansiedad», explicó Patel. Con el tiempo, Patel espera que esta investigación pueda conducir a un nuevo medicamento que «permita experimentar algunos de los efectos beneficiosos para los que la gente usa cannabis medicinal, en términos de ansiedad y alivio del estrés, sin algunos de los efectos secundarios».
Aunque Patel espera evitar por completo el uso de cannabis medicinal, su investigación proporciona una explicación científica de por qué el cannabis puede ayudar a reducir la ansiedad de forma natural. Los investigadores en el campo del cannabis podrían potencialmente usar este estudio para ayudarles a descubrir una medicina natural, basada en plantas, que podría tratar la ansiedad – así como ofrecer una alternativa a las píldoras prescritas impulsadas por la industria farmacéutica.
