Francia Lanza Consulta Pública Sobre La Legalización Del Cannabis

A pesar de tener algunas de las leyes más estrictas del continente contra la cannabis, Francia es el mayor consumidor de esta sustancia en Europa. En respuesta a este fracaso de dicha ley como elemento disuasorio, un grupo de parlamentarios de todo el espectro político ha lanzado una iniciativa para modificar los términos del debate sobre esta cuestión.

El primer paso en el intento de estos parlamentarios de alentar a la clase política francesa a estar más abierta a la idea de legalizar el cannabis fue una consulta ciudadana lanzada el 13 de enero. Más de 175,000 personas han respondido en el sitio web de la Assemblée Nationale, en comparación con una media de 30,000 respuestas a otras consultas realizadas.

Esta consulta, abierta hasta el 28 de febrero, tiene dos objetivos: comprender mejor las opiniones de la población francesa sobre el cannabis, y entender qué políticas gubernamentales sobre el tema desean los ciudadanos.

Plantea una docena de preguntas, incluyendo: «¿Cree usted que las políticas actuales sobre el cannabis son eficaces en la lucha contra el tráfico de drogas?» y «¿Cree usted que los riesgos asociados al cannabis son los mismos, más graves o menos graves que los asociados al consumo de alcohol?».

«Utilizamos este cuestionario para tener acceso a más datos sobre lo que la gente piensa que los que normalmente obtenemos de las encuestas de opinión», Caroline Janvier, diputada del partido centrista del Presidente Emmanuel Macron, La République En Marche (LREM) y miembro del comité parlamentario sobre el cannabis.

«Tal vez confirme nuestra creencia de que la clase política de Francia es menos favorable al uso de la cannabis con fines recreativos que el público», dijo.

Los sucesivos gobiernos franceses han demostrado que se oponen firmemente a la despenalización. Cuando el grupo asesor económico de la oficina del primer ministro publicó en 2019 un informe sobre el «fracaso de la prohibición», proponiendo la legalización del cannabis, el gobierno reaccionó con fuerza. «Estoy en contra de la legalización del cannabis», dijo la entonces ministra de salud Agnès Buzyn. «Actualmente estoy llevando a cabo una feroz campaña contra el consumo, por lo que no voy a despenalizar la marihuana, que tiene los mismos efectos que los cigarrillos».

«Las drogas son una mierda», dijo el Ministro del Interior Gérald Darmanin cuando se le preguntó sobre el tema en septiembre de 2020. «No vamos a legalizar esta mierda».

«Cambiando los términos del debate»

Francia tiene la tasa de consumo de cannabis más alta de Europa. En 2016, el 41% de los franceses de 15 a 64 años de edad la habían consumido al menos una vez, en comparación con la media europea del 18,9%.

«El consumo de cannabis está muy extendido en la sociedad; tenemos que responder a eso a nivel político», dijo Robin Reda, diputado del partido de derecha Les Républicains y presidente de la comisión parlamentaria sobre el cannabis. «Nadie debería estar contento con nuestra política actual cuando esta postura represiva claramente no está funcionando».

«Nuestro principal objetivo es cambiar los términos del debate», dijo Janvier. «Muchos políticos no piensan en ello como un problema, pero Francia gasta 568 millones de euros al año en la lucha contra el tráfico de cannabis».

Las voces pro-cannabis a menudo manifiestan que la sustancia es útil en la salud. Más de 30 países han autorizado su uso terapéutico. Cuando todavía era diputado de la oposición, el ministro de Sanidad, Olivier Véran, presentó una enmienda para permitir a Francia experimentar con la marihuana medicinal.

Pero el gobierno frenó el proceso de implementación en la medida de lo posible; no dio luz verde a la política hasta octubre de 2020.

«Hay una gran brecha entre lo que los diputados han estado dispuestos a hacer y lo que el gobierno ha estado dispuesto a hacer», dijo Reda. «La enmienda sobre la experimentación con el uso terapéutico se supone que entrará en vigor, pero estoy convencido de que el gobierno hará todo lo posible para arrastrar los pies y asegurar que la menor cantidad de personas posible llegue a usar la marihuana sobre esta base experimental.»

Los pacientes médicos afectados no son los únicos que están decepcionados: también lo están los productores franceses de cannabis que apostaron por poder ganar dinero con lo que la legislación permite. Permite el cultivo de la planta de cannabis siempre y cuando no contenga más de 0,2 por ciento de THC, el ingrediente psicoactivo de la marihuana. Por otro lado, está prohibido incluir flores de cannabis, que contienen CBD, que tiene un efecto relajante pero no narcótico.

«En nuestro informe sobre el cannabis terapéutico recomendamos la creación de una línea de producción francesa», dijo Reda. «Esto permitiría a Francia evitar toda dependencia de los productores extranjeros, certificar mejor la calidad de los productos y proporcionar a los agricultores una fuente de ingresos adicional».

En la consulta pública sobre la cannabis se examinarán los riesgos para la salud, las consecuencias del tráfico ilícito y las cuestiones de seguridad. «Quisiéramos poner sobre la mesa diferentes opciones; tal vez no todos estemos de acuerdo con las respuestas que surjan, pero en cualquier caso muchos de nosotros pensamos que el statu quo es inaceptable», dijo Reda.

Las conclusiones de la consulta se publicarán en un informe en abril.

Macron ha descartado la legalización del cannabis mientras esté en el cargo. Pero el trabajo que los diputados pro-legalización están haciendo tiene como objetivo «tener un efecto sobre» la campaña de las elecciones presidenciales de 2022, dijo Janvier: «Espero que cambie el tipo de políticas sobre el cannabis que los políticos sienten que pueden apoyar».

Con información de France24