Esclerosis Múltiple: Cada Vez Más Pacientes Recurren A La Marihuana

Esclerosis múltiple

La EM es una enfermedad con el potencial de provocar discapacidad, que resulta cuando el sistema inmunitario ataca al sistema nervioso y daña a los nervios. Los síntomas varían, y aunque algunos pacientes al final pierden la capacidad de caminar, otros podrían solo experimentar unos síntomas leves.

A pesar de la existencia de medicamentos convencionales para ayudar a gestionar la esclerosis múltiple (EM), una mayoría de los pacientes también recurren a las terapias alternativas, entre ellas las vitaminas, el ejercicio y la marihuana, sugiere una encuesta reciente.

En el estudio, investigadores de la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, en Portland, preguntaron a los pacientes con EM si usaban «terapias complementarias y alternativas», es decir, medicamentos y prácticas fuera de la atención médica estándar.

Una mayoría de los poco más de 1,000 encuestados afirmaron que usaban algún tipo de terapia alternativa, que incluía a la marihuana, la vitamina, las hierbas y los minerales, además de terapias de mente y cuerpo como el ejercicio, el mindfulness, el masaje y varias dietas.

Una encuesta anterior, realizada en 2001, encontró que algunas personas usaban con regularidad estas terapias, y que muchas las encontraban útiles, pero que apenas un 7 por ciento hablaban con sus médicos al respecto.

«Fue como un toque de atención para los médicos de que deben educarse más sobre las terapias complementarias o alternativas, y entonces considerar a esas terapias como parte del plan general de tratamiento de sus pacientes», señaló la autora del estudio, la Dra. Elizabeth Silbermann, neuróloga.

La EM es una enfermedad con el potencial de provocar discapacidad, que resulta cuando el sistema inmunitario ataca al sistema nervioso y daña a los nervios. Los síntomas varían, y aunque algunos pacientes al final pierden la capacidad de caminar, otros podrían solo experimentar unos síntomas leves. La EM no tiene una cura conocida, pero el tratamiento puede ralentizar la progresión de la enfermedad y ayudar a los pacientes a gestionar los síntomas.

«Tenemos mucha más opciones de tratamiento para nuestros pacientes, y estamos tratando a nuestros pacientes más pronto que nunca antes», aseguró Silbermann.

Pero ahora que hay tantos medicamentos más, los investigadores deseaban saber si las personas seguían usando medicinas complementarias o alternativas.

Para averiguarlo, el equipo de Silbermann encuestó a pacientes con EM en Oregón y Washington entre agosto de 2018 y marzo de 2019.

Los investigadores encontraron que un 80 por ciento de los encuestados usaban complementos dietéticos (como vitaminas, minerales y hierbas), en comparación con un 65 por ciento en 2001.

Alrededor de un 70 por ciento reportaron que usaban medicamentos convencionales para gestionar los síntomas de EM.

El porcentaje que usaban terapias de mente y cuerpo (como mindfulness y masaje) casi se triplicó: un 39 por ciento de los pacientes actuales, un aumento respecto a un 14 por ciento en la encuesta anterior. Más de ocho de cada 10 hacían ejercicio, un aumento respecto a un 67 por ciento en 2001.

El ejercicio cuenta con buenas evidencias

El ejercicio es una de las únicas terapias alternativas de la encuesta que cuenta con el respaldo de evidencias firmes de éxito para frenar los síntomas de EM.

«Se trata de una enfermedad que provoca discapacidad física y debilidad, de forma que es muy natural remitir a los pacientes a fisioterapia y animarlos a ser físicamente activos», explicó Silbermann. «Hay evidencias bastante buenas de que cosas como los estiramientos pueden ser útiles para la rigidez muscular, y de que mantenerse físicamente activo y hacer algo de ejercicio aeróbico puede ser muy útil para nuestros pacientes».

En la encuesta actual, alrededor de un 30 por ciento de los participantes usaban marihuana en una variedad de formas. La marihuana es legal en Oregón y Washington, donde se realizó el estudio, lo que potencialmente limita la generalización de los resultados.

Hay ciertas evidencias de que la marihuana puede ayudar a los pacientes con «espasticidad» o la rigidez muscular.

«Cuando se pide a los pacientes que reporten qué tanta rigidez sienten en los músculos, reportan de manera constante que sus músculos se sienten menos rígidos cuando usan cannabis, lo que es magnífico», aseguró Silbermann.

Ventajas y desventajas

Sean Hennessy, epidemiólogo de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, en Filadelfia, dijo que «uno de los pocos usos de los productos de marihuana que cuenta con unas evidencias razonables de efectividad es para la espasticidad muscular asociada con la esclerosis múltiple».

Hennessy participó en un informe de 2017 de las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina, que sintetizó la información disponible sobre los productos de cannabis y su uso en la medicina.

Pero la marihuana puede potencialmente exacerbar algunos síntomas de la EM, como el pensamiento confuso y los problemas con la memoria. Silbermann dijo que «nos muestra que todo tiene un efecto secundario que debemos tomar en cuenta como parte de una estrategia y un plan generales de tratamiento».

Uno de los hallazgos más significativos de la nueva encuesta fue que más de la mitad de los participantes dijeron que hablaron con sus médicos sobre su uso de medicamentos alternativos, en comparación con un triste 7 por ciento en 2001.

Silbermann dijo que espera que se deba a que los pacientes sienten que sus médicos son más tolerantes y están más informados sobre otras opciones de tratamiento. Pero no se sabe lo suficiente sobre las terapias alternativas como para que los médicos decidan cuáles son seguras y efectivas, añadió.

Por muchos motivos, los médicos deben saber cuáles complementos o medicamentos usted podría estar tomando, pero sobre todo para garantizar que los medicamentos que le receten no tengan ninguna interacción negativa potencial. Pero los medicamentos alternativos, como los complementos y el cannabis, no están bien regulados ni se han estudiado bien, lo que limita la capacidad de evaluar su seguridad y eficacia.

«Es difícil saber exactamente qué está usando. Siempre hay una preocupación sobre la pureza de lo que toma, y esto es así en particular con el cannabis», explicó Silbermann.

Según Hennessy, no hay suficientes recursos con referencias que los médicos puedan utilizar para saber cuáles medicamentos interactúan mal con el cannabis.

«Entonces, sí, es una buena idea decirle al médico si usted usa cannabis, pero en realidad no tiene dónde consultar si el cannabis interactúa con los otros medicamentos que usted toma», advirtió Hennessy.

Silbermann enfatizó que se necesita más investigación para respaldar cualquier recomendación sobre las terapias alternativas. «Es un campo de la medicina completamente distinto, y creo que apenas nos estamos enterando de lo importante que es para nuestros pacientes», añadió.

Los resultados se publicaron en una edición reciente en línea de la revista Multiple Sclerosis and Related Disorders.

Con información de New York Times