Según un análisis realizado por la firma de investigación de la industria, Whitney Economics, las empresas de marihuana pagaron más de $1.8 mil millones en impuestos federales de más en 2022 en comparación con las empresas no relacionadas con el cannabis, esto como resultado del tratamiento fiscal a la industria del cannabis en Estados Unidos.
«Se pronostica que este exceso aumentará a $2.1 mil millones en 2023», señaló Whitney, con sede en Portland, Oregón, en un comunicado de prensa.
Estos pagos excesivos son el resultado de la Sección 280E del Código de Rentas Internas federal, un obstáculo de larga data para las empresas de marihuana legal bajo la ley estatal en Estados Unidos.
La Sección 280E impide que las compañías consideradas traficantes de sustancias controladas en las Listas 1 y 2 deduzcan los gastos comerciales de la misma manera que las demás empresas.
Esto resulta efectivamente en «una obligación tributaria sobre los ingresos brutos, no sobre las ganancias netas», explicó Whitney.
Según la información proporcionada a MJBizDaily por el economista jefe de la compañía de investigación, Beau Whitney, entre 2020 y 2030, los impuestos pagados por la industria de la marihuana en Estados Unidos ascenderán a aproximadamente $65.3 mil millones, incluyendo el impacto de la Sección 280E.
Este dato se basa en un pronóstico de ingresos totales de $720.2 mil millones generados por las empresas de cannabis con contacto directo con la planta durante ese período.
Si se eliminara la Sección 280E, Whitney pronostica que los impuestos totales pagados ascenderían a aproximadamente $30.1 mil millones en el mismo período, una diferencia de alrededor de $35.2 mil millones.
«La carga tributaria es tan alta que solo el 24.4% de los operadores de cannabis encuestados indicaron que son rentables», según el comunicado de prensa de Whitney.
«Esto representa una disminución del 42% con respecto al año anterior».
