¿Cuáles son los efectos secundarios del THC?. Tanto si eres un consumidor recreativo como terapéutico, siempre es mejor conocer toda la realidad sobre los efectos secundarios del THC.
Entre otras muchas cosas, la marihuana es conocida en todo el mundo por abrir mentes y expandir consciencias. Por tanto, no podemos ignorar los efectos secundarios del consumo de THC. Lo contamos todo, lo bueno y lo malo.
LOS PROS
Los efectos secundarios beneficiosos que experimenta la gran mayoría de consumidores de marihuana, tanto con fines recreativos como terapéuticos, está bien documentada y es uno de nuestros temas de interés.
Obviamente, si eres un consumidor frecuente, probablemente sea porque no estás experimentando efectos secundarios negativos de ningún tipo. Con el tiempo y la experiencia, la mayoría de consumidores descubren la diferencia entre los colocones físicos de las índica y los efectos cerebrales de las sativa.
Cada uno tiene sus preferencias personales en lo que se refiere al consumo recreativo. ¡Algunos sólo fuman lo más bruto en THC! Otros prefieren una combinación más equilibrada con CBD para compensar el THC. Para fines terapéuticos, bueno, algunas variedades son más efectivas que otras para tratar o aliviar ciertos síntomas.
En términos generales, el THC se considera el cannabinoide por excelencia para consumidores recreativos, mientras que el cannabis medicinal suele ser bajo en THC y rico en CBD.
Las avanzadas técnicas de extracción de THC han dado lugar al «dabbing» y la tremenda popularidad de concentrados con contenidos espectaculares de THC, como el BHO, ceras y cristales. Al mismo tiempo, el aceite de CBD está conquistando el mundo y llegando a más pacientes que nunca.
LOS EFECTOS SECUNDARIOS:
BOCA SECA
Ahora nos adentramos en territorio delicado, pero ¿desde cuándo nos ha limitado eso? Se ha escrito mucho sobre los efectos negativos del THC.
En nuestra apuesta por informar de la realidad y no confundir al lector, intentaremos clarificar los efectos secundarios comprobados y desmontar algunos de los mitos que los extremistas anti-marihuana difunden en sus campañas.
La sequedad de boca es uno de esos efectos. Está comprobado que el THC inhibe la producción de saliva, lo que causa que la boca del fumador se quede seca como el desierto del Sahara si no se mantiene bien hidratado.
Podemos agradecer a los emprendedores pioneros de los coffee shops de Amsterdam el haber pensado en una solución elegante para nuestras bocas secas. La cultura de los coffee shops es el antídoto para la sequedad, combinar tu porro, pipa o bong con una rica bebida es todo lo necesario para combatir esta desagradable sensación.
OJOS ROJOS
Da igual si fumas, vaporizas, ingieres o consumes THC de cualquier otra forma, parece que el resultado será inevitablemente un enrojecimiento de ojos. Esto no es un efecto secundario que represente un peligro para nadie en absoluto, sólo dependerá de la región del mundo en la que vivas.
Los ojos rojos son un indicador claro y evidente del consumo de cannabis. Este problema es básicamente el pilar financiero sobre el que se sostiene el sector de las gotas oftálmicas. El enrojecimiento de los ojos le ha costado su puesto de trabajo y diversas consecuencias legales a muchos fumetas, por estar bajo los efectos en el lugar equivocado, en el momento equivocado.
PERCEPCIÓN ALTERADA
Pegarse un buen colocón con una hierba con alto contenido de THC puede ser algo bueno o malo. Seguramente estás interpretando que esto es muy subjetivo, y es que realmente lo es. Una Haze brutal puede activar tu creatividad y es un catalizador maravilloso para el arte.
Sin embargo, el THC no se lleva bien con aquellos más organizados y disciplinados. La concentración puede verse afectada significativamente incluso en las tareas rutinarias más sencillas. El sentido del equilibrio también puede sufrir alteraciones. Además, es totalmente factible que un consumo excesivo de THC te convierta en un «risitas» incapaz de interactuar socialmente con normalidad.
Básicamente cualquiera, desde un atleta a un contable, verá reducida su productividad tras la administración de THC. Salvo que seas un pintor, un poeta o un rapero gangsta, no esperes un aumento de tu rendimiento con dosis de THC elevadas.
EL MIEDO
En algunos consumidores se han dado episodios de paranoia. Es difícil encontrar estudios que corroboren la existencia de un vínculo entre THC y paranoia. Sin embargo, la evidencia empírica parece demostrar esta relación.
Aunque debemos aclarar que normalmente el miedo afecta a consumidores novatos que están experimentando y excediéndose con concentrados realmente potentes o infravalorando el poder de los comestibles. Un episodio de paranoia puede ser incómodo, pero jamás pondrá en peligro la vida de nadie. Sé consciente de tus límites.
LOS ANTOJOS Y LAS SIESTAS
El aumento del apetito es otro efecto garantizado del consumo de THC. Para la mayoría, esto no es negativo, desde luego no para muchos consumidores terapéuticos y, sin duda, es una gran excusa para una pizza a mitad de semana para los consumidores recreativos.
De nuevo, la sabiduría popular es más fiable que la ciencia. Lo cierto es que pasamos de estar en una nube, alegres y luego hambrientos, a quedarnos dormidos en cualquier parte. Después de los antojos suele venir el letargo y niveles de energía mermados. Todo lo que sube baja y, a veces, una siesta improvisada es inevitable.
NO TE CREAS EL MITO
El Dr. Lester Grinspoon, Profesor Emérito Adjunto de Psiquiatría en la Harvard Medical School es quizás la autoridad más reputada del mundo acerca de los efectos secundarios del THC.
En una entrevista con MintPressNews, el 25 de septiembre de 2015, el periodista Patrick Dewals preguntó sin rodeos al Dr. Grinspoon: «¿Puede el cannabis causar psicosis o esquizofrenia?»
A lo que el doctor respondió: «¡Desde luego que no! La esquizofrenia es un trastorno con el que se nace, pero que no siempre se manifiesta. Normalmente es en la adolescencia cuando sale a la luz.
El motivo por el que el consumo de cannabis se puede relacionar con la esquizofrenia es porque ciertos individuos que no están acostumbrados a consumir cannabis, comienzan a fumarlo y sienten ansiedad o paranoias que, por supuesto, resultan incómodas. Por eso la gente debería aprender a fumarla.»
Sin duda, la sombra de una «adicción a la marihuana» se asoma en el horizonte de la economía global. Son los teóricos de la conspiración, pero tarde o temprano la investigación científica imparcial y las pruebas sólidas desmontarán los endebles argumentos de estos charlatanes.
El THC evidentemente tiene ciertos efectos secundarios desagradables cuando no se consume de la forma adecuada. Por suerte, los pros ganan por goleada a los contras.
