Ross Ulbricht, conocido por ser el creador del Silk Road, el primer mercado de drogas en la dark web, obtuvo su libertad tras más de 11 años en prisión. El expresidente Donald Trump otorgó un indulto total e incondicional, anunciado el martes por la noche en Truth Social.
Ulbricht, arrestado en 2013 mientras utilizaba su laptop conectada al sitio en una biblioteca pública, fue condenado en 2015 a dos cadenas perpetuas más 40 años por cargos de distribución de drogas, lavado de dinero y piratería informática. Sin embargo, el anuncio de Trump destaca un cambio de postura influenciado por sus vínculos con la comunidad libertaria y defensores de las criptomonedas.
“Ha sido un placer firmar el indulto de Ross en honor a su madre y al Movimiento Libertario que me apoyó firmemente”, expresó Trump. Agregó que la condena fue excesiva y ridiculizó a quienes participaron en el proceso judicial.
Durante los años de operación del Silk Road, el sitio facilitó la venta de drogas, documentos falsificados y servicios de blanqueo de dinero por cientos de millones de dólares en bitcoins. Aunque Ulbricht fue acusado de planear seis asesinatos por encargo, nunca se presentaron cargos formales por esos hechos y las pruebas resultaron ser fraudulentas en su mayoría.

Los defensores del movimiento Free Ross argumentan que Ulbricht fue un preso modelo, que nunca cometió actos violentos y que su caso es emblemático de sentencias desproporcionadas. Alice Johnson, activista por la reforma judicial, afirmó: “Ross ha cumplido tiempo más que suficiente. Este caso allanará el camino para otras personas injustamente encarceladas”. Así mismo argumentaron que cuando se trasladó la venta de estupefacientes a internet, se redujo la violencia generada por el tráfico de drogas.
Sin embargo, críticas persisten. Jared Der-Yeghiayan, exagente que investigó el Silk Road, expresó su preocupación por minimizar los daños del sitio. “La percepción de que Ulbricht no hizo nada malo no reconoce los hechos del caso”, afirmó.
La liberación de Ulbricht ha generado tanto celebraciones como debates sobre la justicia y el impacto de su legado en el mundo digital. Entre sus partidarios, la noticia se recibió con euforia: “Ross es un hombre libre. Gracias, presidente Trump”, publicaron desde la cuenta oficial de la campaña Free Ross.
Queda por ver qué papel jugará Ulbricht en la sociedad tras su liberación, aunque su caso se perfila como un precedente clave en la discusión sobre las penas excesivas y el manejo de delitos tecnológicos.