Día 2 En Woodstock: Oda A La Psicodelia Y El Rock

Carlos Santana, The Who y Jefferson Airplane fueron los grandes protagonistas del segundo día, que culminó al amanecer.

«Fue un momento hermoso y lo recordaré hasta el día que me muera”, dijo Carlos Santana al recordar el día en que subió al escenario del festival de Woodstock. Su turno se dio el sábado 16 de agosto por la tarde en una jornada destinada a reconocer a lo mejor de la escena psicodélica y a los guitarristas de las bandas de rock.

Esa jornada comenzó a las 12:15 horas con la presentación de 40 minutos de la desconocida banda Quill, la cual no pudo aparecer en Woodstock Festival: tres días de paz, amor y música (1970), el emblemático documental dirigido por Michael Wadleigh y editado por Martin Scorsese, que ganó un Oscar.

El segundo en turno fue el activista y músico Joe McDonald también conocido como Country, quien había acudido de espectador pues su turno se daría el día siguiente con su banda Country Joe and the Fish. Como no tenía guitarra, le compraron una Yamaha FG 150 y lo enviaron al escenario, aunque en las primeras cuatro canciones la multitud no lo escuchó por fallas de audio, hasta que se repuso en su último y ovacionado tema “The Fish Cheer/I-Feel-Like-I’m-Fixin’-To-Die Rag”.

También la siguiente actuación fue improvisada, pues cuando vieron a John Sebastian, cantante de la banda Lovin’ Spooful (para entonces disuelta), en el backstage, sin que formara parte del cartel le ofrecieron tocar. Se dice que estaba bajo la influencia de drogas, por lo que no pudo rechazar la solicitud. Cuando subió al escenario con solo una guitarra acústica, no paró de decir “¡son realmente geniales!” y solo tuvo cordura para dar un anuncio: “Sabemos que ha nacido un niño de una madre que viajaba al festival en helicóptero y otro que nació en un atasco cerca del recinto”.

Fue seguido por la banda Keef Hartley que estaba en su transición al jazz rock, con una actuación sin pena ni gloria, sin embargo se recuerda como el preámbulo de Carlos Santana, el joven mexicano quien trabajaba en su disco debut. “Bill Graham (su agente) fue mi primer arcángel”, fue lo que recalcó Santana cuando fue preguntado por la oportunidad de participar.

“Habrá un concierto que les va a cambiar la vida. Necesito que me escuchen muy bien: después de este concierto, la gente comenzará a verlos como The Doors y Jimi Hendrix. Se meterán en problemas porque sus egos aumentarán tanto que necesitarán que alguien les ponga los pies sobre la tierra”, le dijo Graham a Santana.

Así que llego el día esperado, eran las 12:30 del día, y su presentación estaba programada para ser a la 1 am aproximadamente, por lo que decidieron consumir una buena dosis de mescalina que se las dio el mismísimo Jerry Garcia de la banda Grateful Dead, quien en palabras de Carlos Santana era su gran amigo y hermano. Santa solia consumir LSD y mescalina, así que sabía cuánto tiempo le durarían los efectos, pensando que para la hora de su presentación ya iba a estar «bien», sin embargo tan solo dos horas después de consumir mescalina, su presentación fue adelantada por cuestiones de logística. Les dijeron «o suben ahora, o no tocan», así que justo en la parte más intensa de su viaje tuvieron que salir a dar lo mejor de ellos…

“Para ese momento estaba muy drogado, ¿sabes? Simplemente me aferré a mi fe y a lo que me enseñó mi mamá. Les pedí una y otra vez: ‘Tan solo ayúdenme a tocar afinado y a tiempo’”, dijo en una entrevista.

«Empecé sentí que tocaba no una guitarra sino una serpiente eléctrica que se retorcía, el cuello de esa serpiente era el brazo de mi guitarra, sólo trataba de seguir mis notas, luchaba por encontrar las melodías; de pronto el sonido entró en mi cuerpo y viajó por mis dedos, por mi amplificador y por las bocinas hasta llegar a la audiencia»

Su actuación fue memorable y se escucharon temas como “Waiting”, “Evil ways” y “You just don’t care”, sin embargo fue mágico el momento de “Soul sacrifice”, en donde el baterista Michael Shrieve destacó por su solo.

Años después en una entrevista para el NY Times, Santana habló sobre su presentación: “Fue un momento hermoso y lo recordaré hasta el día que muera. Fui testigo, con mis propios ojos y mi corazón, de que la gente puede llevarse bien, con unidad y armonía. Sin peleas. Compartían granola, una cobija o lo que fuera. Pude ver que los seres humanos son capaces de coexistir con benevolencia. Por eso es que aún hablamos de Woodstock, amigo.”

Creedence Clearwater Revival también tuvo una actuación accidentada por dificultades técnicas y Janis Joplin apareció después, pero su actuación es considerada por los fanáticos como una de las peores. Su voz se rompía con frecuencia. Sin embargo, hizo un comentario sobre el movimiento hippie: “En el pasado éramos solo unos pocos, ahora hay masas y masas y masas de nosotros”. La que sí brilló fue la actuación de Sly & the Family Stone en medio de la lluvia.

A las cinco de la mañana salió The Who con una controvertida actuación en la que
Pete Townshend pateó a un camarógrafo y lo empujó fuera del escenario, además de que golpeó con su guitarra al famoso activista Abbie Hoffman, que interrumpió su acto para hablar de la captura de John Sinclair (escritor y activista).

La jornada la cerró Jefferson Airplane que tocó después del amanecer pues la lluvia retrasó cada show. Tocaron 13 temas de su repertorio de forma magistral.

Con información de Crónica