Hay más buenas noticias para el negocio de la hierba legal de Ontario, ya que las autoridades provinciales informan de una enorme disminución en el número de dispensarios ilegales.
La policía de la ciudad está investigando ahora sólo nueve tiendas de cannabis sin licencia, dijo Mike Sraga, Director de Servicios de Investigación de Licencias y Normas Municipales de Toronto.
«Esto se compara con las 91 tiendas ilegales de cannabis cuando la Ley de Control de Cannabis entró en vigor el 17 de octubre de 2018», dijo Sraga a Toronto Sun.
El anuncio se produce pocos días después de que los nuevos datos de Statistics Canada revelaran que las ventas legales de cannabis se han duplicado en Ontario desde que los minoristas de ladrillo y mortero comenzaron a abrir sus puertas en abril. Es una buena noticia para una provincia que antes era una de las más pobres del país.
A pesar del reciente éxito de la policía en el cierre de las tiendas de marihuana sin licencia, este tipo de operaciones siguen proliferando. El cierre permanente de tiendas ilícitas ha demostrado ser un desafío y todavía no hay suficientes minoristas legales para desplazar completamente el mercado negro, explicó Sraga.
«La demanda de cannabis sigue siendo alta y los mercados a menudo son operados y abastecidos por el elemento criminal que siente que los riesgos valen la pena por los beneficios financieros», dijo Sraga.
En los últimos días, los funcionarios de Toronto han tomado algunas medidas drásticas para intentar matar el mercado negro de la ciudad. A principios de este mes comenzaron a salir a la superficie informes de que la ciudad había comenzado a utilizar bloques de cemento para impedir la entrada a los dispensarios ilícitos conocidos. En ese momento, Sraga lo llamó una «táctica más sustancial» que lo que la ciudad había estado haciendo anteriormente.
Y aunque los funcionarios no revelaron exactamente por qué ha habido una reducción tan marcada de las tiendas ilícitas de cannabis en Toronto, podemos suponer que tiene mucho que ver con el hecho de que la ciudad más grande del Canadá tiene finalmente un pequeño puñado de minoristas con licencia. A medida que llegan a Toronto medios más legítimos de compra de cannabis, cabe esperar que el número de vendedores ilegales siga disminuyendo.
