En el mayor operativo contra la marihuana ilegal en la historia del condado de Los Ángeles, se han decomisado 373,000 plantas que habrían tenido un valor de más de 1,000 millones de dólares en el mercado negro. De acuerdo con las autoridades, esto sólo es una pequeña muestra de la gran cantidad de cultivos ilegales que existen en el desierto del sur de California.
El problema está muy extendido en el Antelope Valley, al norte de Los Ángeles, según las autoridades, y ha crecido enormemente durante la pandemia de coronavirus. Los miembros de los cárteles armados dirigen cultivos ilegales masivos, algunos de los cuales abarcan docenas de invernaderos, que van en detrimento del mercado legal de la marihuana en el estado.
Múltiples agencias de la ley llevaron a cabo una operación de 10 días en el Valle del Antílope el mes pasado que se saldó con 131 detenciones y la incautación de más de 14,969 kilogramos de plantas de marihuana cosechadas.
Sin embargo, la operación sólo derribó 205 cultivos ilegales de los 500 vistos por la vigilancia aérea en la zona. El año pasado, el sheriff Alex Villanueva dijo que sólo se identificaron 150 cultivos ilegales en Antelope Valley. Existen decenas más en otros condados cercanos.
Los miembros del cártel amenazan a los residentes y roban millones de galones de agua en medio de una grave sequía, dijo Villanueva. Las operaciones de cultivo han envenenado los arroyos y las aguas subterráneas con pesticidas nocivos y han dañado la vida silvestre y las plantas.
California legalizó la venta de marihuana recreativa en enero de 2018. Pero el mercado negro está prosperando, en parte porque los fuertes impuestos a la marihuana legal hacen que los consumidores busquen mejores ofertas.
