Crecen las opciones de alojamiento para turistas consumidores de cannabis en Canadá

Fumar un porro en el balcón de un Airbnb es probable que haga que un viajero quede mal con los anfitriones (incluso en ciudades donde la hierba es legal), debido a esto algunas empresas están respondiendo a las necesidades de los turistas que desean aprovechar la legalización durante sus vacaciones.

Nueve meses después de que el gobierno federal legalizara el cannabis recreativo, el sector hotelero se está preparando lentamente para acomodar a los turistas que quieren consumir, aunque no está claro cuántos de estos viajeros provienen de fuera de Canadá, o si van específicamente a consumir cannabis. Sin embargo, de costa a costa están apareciendo caminatas, tours e incluso retiros de yoga orientados a la hierba.

Aún así, hay relativamente pocas opciones para los turistas si realmente quieren fumar o vaporizar hierba durante sus viajes. La mayoría de los hoteles y bed and breakfast en todo el país son libres de humo. Algunos destinos turísticos como Banff lo prohíben en cualquier lugar excepto en una residencia privada.

Brian Marques, el jefe de comunicaciones de PotRentals.com dijo que muchos de los anfitriones de Airbnb tampoco son fanáticos del consumo.

«Hay un gran número de restricciones en términos de alojamiento para la hierbas», dijo. «En términos de disponibilidad, es casi imposible encontrar algo.»

PotRentals.com, con sede en Montreal, es esencialmente Airbnb para los amantes del cannabis. Aproximadamente 45 anfitriones en varias ciudades de todo el Canadá, entre ellas Montreal, Vancouver y Toronto, ofrecen alojamiento donde los visitantes pueden consumir cannabis en su propiedad. El sitio afirma que los anfitriones pueden ganar hasta un 30 por ciento más por noche en comparación con otras plataformas porque los viajeros que buscan alojamiento para fumar están dispuestos a pagar más.

Los anfitriones también pueden llevar a cabo «experiencias» para los huéspedes. Por ejemplo las sesiones de pintura con hierba o las clases de enrolado de porros, pero dijo que podrían extenderse a otras actividades.

«No hay límites», dijo. «Cualquier anfitrión puede elegir lo que quiera ofrecer.»

Según Aaron Shenner, director de marketing de la Cámara Canadiense de Cannabis, una asociación industrial y grupo de presión, el interés por el turismo relacionado con el cannabis ha surgido en todo el Canadá tras la legalización. En Edmonton, dijo, varios grupos se le han acercado con planes para llevar a cabo giras de operaciones de cultivo de cannabis.

Shenner espera que el turismo de cannabis se parezca mucho al turismo canadiense habitual, por ejemplo, caminatas o viajes de esquí en las Montañas Rocosas, con un ambiente propicio para el cannabis.