En los cinco años que han transcurrido desde que los votantes de California aprobaron ampliar mercado legal para la marihuana recreativa, miles de invernaderos han aparecido a lo largo y ancho del estado, pero bajo sus carpas esconden un secreto.
Pero para los cultivadores que tiene una codiciada licencia emitida por el estado, la cual les permite producir y comercializar la planta, es practicante imposible obtener ganancias, ya que la industria legal ha visto como los precios han caído hasta 70% en el último año, además de los impuestos, que pueden alcanzar el 50% en algunos casos, por lo que los clientes encuentran mejores precios en el mercado ilícito.
Por lo que en muchas ocasiones, las compañías tienen que formar parte de ambos mercados: el legal y el ilegal.
“Básicamente subsidiamos nuestro mercado blanco con nuestro mercado negro”, dijo el cultivador, quien accedió a hablar con The Associated Press permaneciendo en el anonimato.
Expertos de la industria dicen que la práctica de trabajar simultáneamente en los mercados legales e ilícitos es demasiado común, una realidad financiera provocada por las dificultades y los costos de hacer negocios con un producto que llaman el más regulado en Estados Unidos.
El estado requiere que las empresas legales informen lo que cultivan y envían, y se ingresa en un vasto sistema de seguimiento computarizado, conocido como monitoreo de «semilla a la venta», que está lejos de ser hermético.
La aprobación de la Proposición 64 en 2016 fue vista como un momento decisivo en el impulso para legitimar y gravar la industria multimillonaria de la mariguana de California.
No fue hasta 2018, cuando los puntos de venta minoristas pudieron abrir, California se convirtió en el mercado legal más grande del mundo y otro peldaño en lo que los defensores esperaban que fuera un camino hacia la legalización federal, luego de que se promulgaran leyes innovadoras en Colorado y el estado de Washington en 2012. Hoy en día, la mayoría de los estadounidenses viven en estados con al menos cierto acceso a la mariguana legal: 18 estados tienen amplias ventas para mayores de 21 años, similares a las leyes sobre el alcohol, mientras que más de dos tercios de las entidades brindan acceso a través de programas medicinales.
Es innegable que en California, el mercado ilegal sigue por ser más grande que el mercado legal, aunque el estado aseguró en 2016 que la legislación incapacitaría al mercado negro, con el Gobernador Gavin Newsom llamándola una ley que cambiaría el juego para siempre.
Pero el mercado ilegal llevaba muchas décadas floreciendo, enclavado principalmente en la zona conocida como el «Triángulo Esmeralda», al norte del estado.
Desde el fin de la era de la prohibición en 1933 no se veía un intento por reestructurar una industria 100% ilegal y convertirla en una totalmente legítima.
En Humboldt County, la meca de producción de cannabis en el estado, los productores ilegales se han visto obligados a cultivar en interiores para no ser detectados. Los investigadores realizan inspecciones y arrestos semana a semana, pero con tantos invernaderos clandestinos, el Alguacil William Honsal cree que tal vez nunca se pueda eliminar al 100% el cultivo ilegal.
El mercado ilegal de California está tasado en alrededor de 8 mil millones de dólares, de acuerdo con Tom Adams, director de la firma de investigación, Global Go Analytics. Esto equivaldría al doble de las ventas legales, aunque hay quienes estiman que podría ser más.
Hace un año, un cultivador podía obtener alrededor de mil dólares por libra al por mayor. Ahora eso ha caído tan bajo como 300 dólares, con el mercado saturado.