La velocista neerlandesa portaba 50 kilos de pastillas de éxtasis, 2 kilos de cristal y 11,950 euros en efectivo, con un valor que superaría los 2 millones de euros.
Fue olímpica en los Juegos de Rio 2016 con Holanda para correr el 4×400, finalista del Campeonato de Europa en los 400 metros, e incluso consiguió la mínima para participar en la prueba de relevos de 4×400 del Campeonato Mundial de Doha. Sin embargo, la atleta neerlandesa de origen pakistaní Madiea Ghafoor ha salido al estrado tras darse a conocer la condena por su detención el pasado mes de junio por tráfico de drogas.
La velocista conducía su coche por la ciudad alemana de Elten para dirigirse a su entrenamiento en Düsseldorf cuando la policía le detuvo para inspeccionarlo. A pesar de que la joven de 22 años aseguró que no llevaba nada, solo tuvieron que abrir el maletero para encontrarse con el botín. Según informan los medios alemanes, Ghafoor portaba 50 kilos de pastillas de éxtasis, 2 kilos de cristal (metanfetamina) y 11.950 euros en efectivo. El valor de las sustancia incautadas ascendería hasta los 2,3 millones de euros, por lo que será encarcelada durante ocho años y medio después de ser declarada culpable de tráfico de drogas.
Sin embargo, la atleta se declaró inocente durante el juicio y se negó a revelar el nombre de quién le había entregado las sustancias. Ahora, tras saber el resultado, ha decidió recurrir la sentencia alegando que las sustancias que portaba no eran dopaje para ella ni para ninguna de sus compañeras.
Mientras, la Federación Holandesa de Atletismo ha comunicado que aceptan la decisión del tribunal alemán y que recurrirán “inmediatamente a la Autoridad de Antidopaje de Holanda para que investigue en qué medida se ha violado la legislación antidopaje. Rechazamos completamente las acciones de Madiea Ghafoor«.
