Tal vez no lo sabias, o puede que sí, si es que eres un fan de hueso colorado de Spider-Man. Pero muchas décadas antes de que este superhéroe de Marvel se perdiera en el multiverso, o se uniera a Los Vengadores, fue reclutado por el expresidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, para unirse a un grupo antidrogas que hacía todo lo posible por demonizar públicamente el consumo de psicodélicos.
De hecho, el cocreador Stan Lee llegó a desafiar un código de conducta de toda la industria del cómic para ayudar al presidente Richard Nixon a difundir el evangelio de su Guerra contra las Drogas, que se puso en marcha como reacción al movimiento psicodélico de la contracultura que tomaba forma en los años 60s, y que llevó a toda una generación a encender, sintonizar y abandonar las narrativas conservadoras del gobierno que enmarcaban los puntos de vista sobre la raza, la sexualidad y la política exterior en aquella época.
Claro que actualmente, Peter Parker se junta con el superhéroe más psicodélico de Marvel, el Dr. Strange, y para muestra tenemos la última aventura taquillera Spider-Man: No Way Home. Pero en los primeros días de su vida en papel, el lanzarredes tenía más miedo a las sustancias psicoactivas que a los reptiles gigantes y a los duendes voladores. Adentrémonos en esta pequeña lección de historia.
¡SÓLO DI NO!
«¡Mi vida como Spiderman es probablemente tan peligrosa como cualquier otra, pero prefiero enfrentarme a cien supervillanos que tirarla por la borda enganchándome a las drogas duras! Porque esa es una pelea que no puedes ganar».
Así se lamentaba nuestra simpática araña en el número 96 de la serie Amazing Spider-Man de 1971. En este legendario arco argumental, el compañero de habitación y mejor amigo de Peter Parker, Harry Osborn, se vuelve adicto a las drogas, mientras Spider-Man está ocupado luchando contra su archienemigo, y padre de Harry, el Duende Verde.

Published:
May 01, 1971
Al final, Spider-Man derrota al Duende Verde, pero no con su superfuerza arácnida. Más bien, Spider-Man le muestra al Duende el grave estado en el que se encontraba su hijo mientras él estaba haciendo travesuras de supervillano. El shock de ver a Harry como un adicto devuelve la cordura al Duende, haciéndole comprender que necesita ser un mejor padre. (Presumiblemente, después de salir de la cárcel por asesinato en masa).
Toda la historia de tres números, que fue creada específicamente para ser una historia antidroga, está repleta de grandes diálogos del nivel de «este es tu cerebro en las drogas».
Por ejemplo, después de salvar a un adolescente de saltar de un edificio mientras estaba colocado con una droga parecida al LSD, Spiderman se lamenta: «Espero que ese pobre chico se ponga bien. Pero yo no apostaría por ello. Cualquier droga lo suficientemente fuerte como para darte ese tipo de viaje puede dañar tu cerebro, ¡pero mal!».
