¿Cómo Interactúa El Cannabis Y La Glándula Pineal?

La glándula pineal, el mítico asiento de la espiritualidad y la conciencia, el sitio del «tercer ojo» interno, ha fascinado a la humanidad desde que se descubrieron su función y su importancia. Se sabe que la glándula pineal responde a las sustancias psicoactivas, así que ¿qué ocurre cuando consumimos cannabis?

Aunque su importancia no se pone en duda, la glándula pineal no posee propiedades místicas ni sobrenaturales, a pesar de lo mucho que a algunas personas les gustaría creerlo. Incluso algunos grandes pensadores de renombre se han unido a caído esta forma de pensar. Como el científico y filósofo Descartes, quien describió la glándula pineal como «el asiento del alma».

Se trata sencillamente de una glándula entre las muchas que componen el sistema endocrino de las especies de animales vertebrados. La función de este sistema está muy implicada en la regulación del ritmo circadiano (diario) y de la producción de hormonas, de las que la más importante es la melatonina, la «hormona del sueño «. Sin embargo, hay algunos aspectos que hacen destacar a la glándula pineal como singular e interesante. Vamos a ver brevemente en qué consisten.

¿Por qué es tan singular la glándula pineal?

La idea de que la glándula pineal constituye un «tercer ojo» interno tiene cierta base. La glándula se compone de células conocidas como pinealocitos, que en algunas especies de vertebrados no mamíferos responden directamente a la luz. Esta capacidad los hace muy parecidos a las células de la retina, la parte del ojo que recibe la luz al abrirse la lente o cristalino.

En algunas especies fósiles, los científicos han llegado a encontrar cavidades iguales a las de las cuencas de los ojos en la parte central-trasera del cráneo, lo que permitía a la glándula pineal recibir luz directamente, igual que un ojo. De hecho, varias especies modernas de reptiles y peces aún conservan un «tercer ojo» funcional, como los tuátaras, una especie de reptiles de Nueva Zelanda. El ojo extra de los tuátaras tiene ¡una lente, una retina y una córnea propias!

Se cree que estos terceros ojos funcionales intervienen en mantener los ciclos diarios y estacionales de la producción de hormonas.

En los mamíferos, no se ha demostrado que los pinealocitos puedan recibir luz directamente, y no hay pruebas de que exista un «tercer ojo» funcional. Sin embargo, se tiene constancia de que los pinealocitos de los mamíferos están directamente ligados a la propia retina, que envía señales en respuesta a los cambios en los niveles de luz con el fin de regular los ritmos circadianos.

Así que, en algunos aspectos, si se amplia la definición de lo que constituye un ojo, se puede seguir afirmando que la glándula pineal funciona de algún modo como un tercer ojo rudimentario incluso en los mamíferos.

Un aspecto interesante de la glándula pineal que sin duda se aplica a los mamíferos, incluidos los humanos, es que a diferencia de la mayor parte del cerebro, la glándula pineal no está separada del resto del cuerpo por la barrera hematoencefálica. Recibe abundante riego sanguíneo directamente de la arteria cerebral posterior, lo que puede tener algo que ver con su receptividad a las sustancias psicoactivas.

¿Por qué las sustancias psicoactivas suelen afectar a la glándula pineal?

La glándula pineal está localizada en un sitio perfecto para recibir todo tipo de sustancias que no sean filtradas por la barrera hematoencefálica. Pero también está en el centro de un «aluvión» o serie de reacciones que se desencadenan cuando la norepinefrina, un conocido neurotransmisor responsable de regular la eficacia de muchos medicamentos que facilitan la vigilia y el sueño, se une a sus receptores en la glándula pineal.

Cuando la norepinefrina se une a los receptores (conocidos como receptores adrenérgicos), se produce una cadena de interacciones hormonales y enzimáticas. Estas reacciones son responsables de señalizar cuando es hora de que un individuo se despierte y se active. Por lo tanto, este aluvión está profundamente implicado en nuestro «estado de ánimo» y en cómo percibimos y respondemos a los retos del día. Asimismo, garantiza que la calidad y la duración del sueño sean suficientes.

Está claro que la glándula pineal es fundamental para mantener un estado mental positivo y saludable, y está profundamente relacionada con los estados emocionales en general. Cuando los humanos consumen fármacos psiquiátricos, afectan a este complejo aluvión de actividad en la glándula pineal, además de en otras partes del cerebro. Esto produce un estado subjetivo de percepción alterada.

Un ejemplo de la importancia de la glándula pineal en relación a la buena salud psiquiátrica es su relación con el trastorno afectivo estacional o “depresión estacional” (TAE). El que la exposición a luz intensa sea un tratamiento común para el TAE sugiere que la glándula pineal y su hormona asociada sensible a la luz, la melatonina, participan.

Y el mero hecho de que los niveles bajos de luz puedan causar una serie de síntomas psicológicos tan terribles indica que la glándula pineal puede ser estrechamente relacionada con la buena salud psiquiátrica general. En ese caso, no resulta difícil asumir que su disfunción también puede estar detrás de otros trastornos mentales.

¿Cómo actúa el cannabis sobre la glándula pineal?

Las investigaciones realizadas en ratas han demostrado que la glándula pineal contiene un sistema endocannabinoide funcionalEn él, están presentes tanto los receptores cannabinoides de tipo 1 y 2, como los ligandos endógenos que se unen a ellos, la anandamida y 2-AG.

El estudio demostró que la actividad de los receptores CB1 variaba de acuerdo con un ciclo diario, presentando niveles más bajos de actividad al final del período de luz del día. También se averiguó que los niveles de una enzima responsable de la síntesis de nuevas moléculas de endocannabinoides, NAPE-PLD, se reducía durante la mitad del período de oscuridad.

Además, el estudio probó que la presencia de THC reduce la actividad de una enzima conocida como AANAT, y al hacerlo, reduce la síntesis de la propia melatonina.

En un estudio anterior en ratas, también se demostró que el THC reducía la actividad de ANANT, y sugirió que el mecanismo que se producía era el siguiente: el neurotransmisor norepinefrina pone en marcha un aluvión de reacciones, cuyo resultado final es la producción de melatonina. El THC altera esta reacción desencadenada por la norepinefrina y, por lo tanto, reduce la producción de melatonina.

Es probable que la anandamida, análogo endógeno del THC, actúe del mismo modo reduciendo la liberación de melatonina inducida por la norepinefrina y, por lo tanto, intervenga fundamentalmente en la función de la glándula pineal. Parece que se necesitan bajos niveles de anandamida o de THC para que la producción de melatonina aumente. A medida que los niveles de melatonina aumentan, como debería ocurrir normalmente al final del período de luz del día, debería producirse la sensación de somnolencia.

Pero ¡fumar cannabis me da sueño! ¿Por qué?

Si se requieren niveles bajos de anandamida para que la producción de melatonina aumente, y los niveles de actividad del receptor cannabinoide son más bajos al final del período de luz del día, esto parece implicar que el uso de cannabis reduciría la melatonina. Si es así, lo la somnolencia también disminuiría. Pero muchas personas dicen sentir somnolencia después de consumir cannabis. ¿Cuál es el motivo?

Puede ser simplemente que los mecanismos relativos a los cannabinoides y a las hormonas de la glándula pineal funcionen de forma diferente en ratas que en los seres humanos. En efecto, mientras que los estudios en ratas han demostrado sin lugar a dudas que el THC reduce los niveles de melatonina, hay evidencias que sugieren lo contrario en los seres humanos.

Un estudio de 1986 demostró que en ocho de los nueve voluntarios varones sanos, el THC hacía que los niveles de melatonina aumentasen de manera espectacular, alcanzando el nivel máximo unos 120 minutos después de la administración. Curiosamente, sin embargo, un sujeto presentó una disminución de la melatonina en respuesta al THC, tal como se había observado en las ratas.

El que el cannabis te de o no sueño puede depender de la dosis, tolerancia y de toda una serie de demás factores. Hasta puede depender de la hora del día en que el usuario consume cannabis en relación con los ritmos circadianos típicos. Además, también puede haber un elemento genético que controle la respuesta individual a los cannabinoides, ya que se han observado diferencias genéticas en la expresión de los receptores cannabinoides en múltiples estudios, especialmente en aquellos relacionados con el comportamiento de la memoria y asociados con la felicidad. Aquí y aquí puedes encontrar un par de ellos.

Ahora también se cree que muchos de los efectos subjetivos del cannabis no se derivan del THC per se, sino más bien del THC en combinación con otros cannabinoides y terpenos. Por ejemplo, ahora se cree que el mirceno afecta a la «subida» o efecto cerebral del THC puro, proporcionando al usuario un mayor efecto «de quedarse pegado al sofá «. Asimismo, las proporciones de CBD:THC parecen importar y pueden contribuir a las diferencias en el insomnio y la sedación.

¿Cómo afecta la glándula pineal al proceso de «subida»?

La respuesta no está del todo clara, y en cualquier caso, sabemos que múltiples regiones diferentes del cerebro participan en la experiencia subjetiva de estar de «subida». La glándula pineal es sólo un pequeño eslabón de una cadena muy larga y complicada. Este proceso se extiende entre algunas de las partes más básicas y fundamentales del cerebro (y la glándula pineal, sin duda, puede clasificarse como básica y fundamental, ya que casi todos los vertebrados vivos poseen una) y algunas de las más avanzadas, como el neocórtex, que sólo existe en los mamíferos.

Sin embargo, en numerosas ocasiones se ha asociado la glándula pineal con la biosíntesis de compuestos naturales importantes relacionados con dormir, soñar, y con la visualización de sueños. La presencia de estos compuestos en la glándula pineal es una de las razones más importantes de que muchos la consideren el «asiento del alma», o una clave para la «iluminación espiritual». Sin lugar a dudas, el más famoso de estos compuestos es la dimetiltriptamina, más conocida con el nombre de DMT.

Existe cierta polémica en cuanto a si la glándula pineal es o no es responsable de la síntesis de la DMT en los seres humanos, pero hay pruebas importantes que sugieren que es así. La DMT y los compuestos relacionados triptamina y bufotenina se han encontrado en orina humana, y se ha demostrado que la propia DMT se sintetiza en la glándula pineal del cerebro de rata. Se ha descubierto que un compuesto estrechamente relacionado, 5-MeO-DMT se sintetiza en la glándula pineal humana, pero hasta ahora, no se ha demostrado lo mismo de la propia DMT.

En cualquier caso, ciertamente parece que la glándula pineal está muy implicada en la producción y/o elaboración de sustancias conocidas por participar en ayudar a crear «estados de sueño» cuando estamos dormidos. Como puedes ver, hay muchas teorías sobre que la experiencia subjetiva de estar de «subida» producida por el cannabis, alucinógenos y otras drogas psicoactivas también implica esta creación subjetiva de una realidad «parecida al sueño» o de otra realidad alterada.

La glándula pineal forma parte de un sistema complejo y fascinante

Aunque nos queda mucho para entender del todo la compleja red de compuestos químicos que interactúan en el cerebro, estamos empezando a construir un mapa sencillo de cómo todos estos procesos interrelacionados encajan. Cada vez está más claro que el sistema endocannabinoide es un sistema de mensajería, de importancia fundamental, que ayuda a conectar diferentes partes del cerebro, muchas de las cuales trabajan juntas para proporcionarnos la experiencia subjetiva de estar de «subida».

La propia glándula pineal es fundamental para este proceso y tiene indudable importancia como fuente de compuestos que alteran la conciencia. Trabaja con el sistema endocannabinoide y otros sistemas de regulación para controlar nuestra experiencia diaria y subjetiva del estado de ánimo, la vigilia y del sueño. Y cuando introducimos compuestos psicoactivos externos, este proceso puede verse alterado de maneras fundamentales, ¡algunas de las cuales pueden ser muy agradables!

Con información de Sensiseeds