El cannabis y el masaje son terapias que se han utilizado desde hace miles de años para tratar problemas de salud como el dolor. Ambos resultan eficaces cuando se aplican por separado, pero algunos terapeutas están ahora empleándolos conjuntamente y declaran obtener resultados fantásticos.
¿Qué tienen el cannabis y el masaje en común? En un primer momento, esta pregunta podría parecer bastante extraña y no obtener respuesta, pero si indagamos un poco más resulta evidente que ambos podrían crear una relación complementaria para su uso en terapias. Ambos son vías ancestrales para calmar el dolor, potenciar la relajación y mejorar nuestro estado mental. Primero exploraremos el potencial analgésico y los aspectos positivos de cada forma de terapia, para luego descubrir su capacidad para ofrecer grandes resultados cuando se combinan.
EL MASAJE COMO MEDICINA PARA MENTE Y CUERPO
El masaje es una terapia mediante la cual se manipulan los tejidos blandos del cuerpo de un paciente para tratar dolores y producir una sensación de relajación. Existen diversas técnicas de masaje, y cada una de ellas actúa de forma ligeramente distinta. Por ejemplo, los masajes suecos se basan en movimientos circulares y pequeños golpes. En cambio, los masajes de tejido profundo o masajes de punto gatillo trabajan a un nivel menos superficial en el tejido y se suelen emplear para descontracturar puntos de tensión en esas zonas.
Hay varias teorías acerca de los motivos por los que los masajes producen sus efectos. Uno de ellos se denomina «teoría de las compuertas», que señala que estas terapias consiguen inhibir las sensaciones de dolor enviadas al cerebro. Otras hipótesis defienden que el masaje potencia los niveles de endorfinas y serotonina en el cuerpo, desencadenando así estos efectos. En la actualidad, sigue sin estar claro el mecanismo por el que el masaje produce dichos efectos.
Un informe titulado Efectos de las Terapias de Masaje, publicado en la revista American Psychologist, analiza el tipo de tratamiento con mayor detalle. Recoge el pasado ancestral del masaje, afirmando que es en realidad una de las formas de tratamiento más antiguas del mundo, con gran importancia en las civilizaciones de China y Egipto y llegando a ser reconocido por Hipócrates como el «arte de frotar».
El autor del informe explica que «recientemente han surgido evidencias empíricas que respaldan que la terapia de masaje facilita el crecimiento, reduce el dolor, incrementa la lucidez, combate la depresión y potencia la función inmune». Se trata de una lista de efectos cuanto menos imponente, muchos de los cuales van más allá del alivio del dolor en el músculo concreto sobre el que se está trabajando.
Otro estudio científico, titulado «El impacto de la terapia de masaje sobre la funcionalidad en sujetos con dolor», analiza los problemas asociados al dolor y la función del masaje en ellos.
Los autores del estudio explican que el dolor es un gran problema de salud pública y es la razón más habitual por la que una persona busca asistencia médica, representando un 80% de las visitas al centro de salud. El dolor no es sólo una molestia física, sino que sus consecuencias pueden afectar a los ámbitos de la salud mental, emocional y espiritual. Así que ésta es otra de las razones por las que el cannabis y el masaje funcionan tan bien en equipo, como descubriremos más adelante.
Los investigadores declaran que el masaje es un tratamiento efectivo para el dolor, especialmente cuando se compara con pacientes que no han tenido ningún tipo de tratamiento. Y todo ello con muy pocos efectos secundarios.
Otros estudios sugieren que el masaje puede ser eficaz para reducir la ansiedad, la presión sanguínea, el ritmo cardíaco y posiblemente la depresión y el dolor.
EL CANNABIS COMO CALMANTE
Aquí es donde el cannabis entra en acción como poderoso agente herbal que tiene el potencial de contribuir a los efectos calmantes del masaje. Quizás una de las aplicaciones más conocidas de la marihuana medicinal es su efecto frente al dolor crónico. El cannabis presenta una similitud con el masaje, ya que su utilización como tratamiento medicinal se remonta muy atrás en la historia, empleado en China desde 2700 años a.C. y en la India desde 1000 a.C. Las plantas del cannabis producen una resina cargada de compuestos conocidos como cannabinoides. Uno de los cuales, quizás el más conocido, es el THC, el cannabinoide culpable del efecto psicoactivo generado por el consumo de marihuana.
Sin embargo, el THC no es el único cannabinoide digno de mención cuando se trata de usos medicinales y dolor crónico. Otros miembros de esta familia molecular incluyen CDB, CBN, CBC y THCV. Estos cannabinoides afectan al cuerpo de diferentes maneras a través de receptores específicos que conforman el sistema endocannabinoide.
Los cannabinoides han demostrado poder aliviar ciertos tipos de dolor. Por ejemplo, el dolor neuropático es una forma de dolor crónico que suele venir acompañado de lesiones en los tejidos. Un informe, publicado en la revista Investigación y Opinión Médica Actual, documenta un estudio en el que se analizaba información relativa al cannabis y el alivio del dolor. Los autores llegaron a la conclusión de que el CBD y el THC aplicados mediante un espray eran eficaces en el tratamiento del dolor neuropático asociado con la esclerosis múltiple.
Otro análisis publicado en la Revista Europea de Farmacología señalaba que el cannabinoide no psicoactivo CBD es eficaz para tratar inflamaciones crónicas y dolores neuropáticos en ratas.
Además de todas estas pruebas científicas, es un hecho anecdótico contrastado que pacientes que sufren diversos tipos de enfermedades encuentran alivio a sus dolores cuando consumen cannabinoides.
Dado que muchos estudios se realizan fumando cannabis, podría crear cierta confusión pensar en la efectividad de la marihuana contra el dolor cuando se aplica por vía tópica mediante un masaje. Bien, ahora vivimos en una era donde la prohibición está próxima a su fin, creando un gran espacio para la innovación en un sector en plena expansión. Ya tenemos a nuestro alcance todo tipo de tópicos, desde cremas hasta espráis, pasando por aceites. Todos estos productos pueden contribuir al alivio del dolor y las inflamaciones locales, constituyendo un complemento perfecto para un masaje con esta finalidad.
CANNABIS Y MASAJE, ¿LA COMBINACIÓN PERFECTA?
Cuando los tópicos cannábicos se usan durante un masaje, actúan poderosamente sobre los receptores cannabinoides a lo largo del cuerpo. Sea cual sea el cannabinoide utilizado como principio activo, CBD o THC, la mayoría de tópicos no producirán efectos psicoactivos, ya que no suelen llegar al flujo sanguíneo. Su acción se centra en la zona donde se aplican localmente. Sin embargo, algunos productos transdérmicos sí tendrán efectos psicoactivos.
Cuando se usan tópicos en un masaje, parece haber una infinidad de opciones para combinarlos con otros productos botánicos y crear la mezcla ideal para cada paciente. Por ejemplo, la manteca de karité puede nutrir la piel, mientras la menta piperita ofrece un efecto refrescante. También se pueden añadir otros extractos naturales que ayudan a aliviar el dolor a una amplia variedad de cremas y aceites que los terapeutas pueden emplear para conseguir los mejores resultados posibles.
Si una de las funciones principales del masaje es manipular físicamente los tejidos blandos para eliminar o aliviar temporalmente las sensaciones de dolor, y el cannabis puede jugar un papel importante como analgésico herbal, es lógico pensar que ambos tienen un gran potencial para funcionar a la perfección conjuntamente.
Con su reciente legalización en ciertas regiones del mundo, el cannabis parece estar revolucionando diversos ámbitos del cuidado de la salud, y parece que el masaje y las terapias físicas también podrían cambiar para siempre.